O la odias, o la amas, pero no deja indiferente a nadie: si eres de los incondicionales de la cerveza, te gustará perderte en estos destinos donde es protagonista absoluta. Desde fábricas a templos, aquí la cerveza se disfruta y se vive.

Dublín, Irlanda

Si te gusta la cerveza negra, tu destino es Irlanda. Aquí la marca Guiness es la reina absoluta, y su fábrica en Dublín es visita obligada. Guiness Storehouse es su nombre, y es nada más y nada menos que la atracción turística más visitada de la isla. Descubrirás como se fabrica esta stout (cerveza oscura) a partir de cuatro ingredientes: agua, cebada, lúpulo y levadura. Y lo mejor: que luego podrás probarla. La entrada al museo te da derecho a degustar una Guiness en el Gravity Bar, con una espectacular panorámica de 360 grados de la ciudad de Dublín (www.guinness-storehouse.com).

Praga, República Checa

Dejando a un lado la stout, centrémonos ahora en la cerveza rubia tipo Pilsner, cuyo origen está en la República Checa. Este país es famoso por sus numerosas fábricas de cerveza, entre las que destaca la de la marca más popular del país, la Pilsner Urquell. Pero los checos no solo fabrican cerveza en factorías: muchos bares elaboran la suya propia, como U Fleku, en Praga.

Pero bebértela no es lo único que puedes hacer con la cerveza en esta ciudad. Beer Spa Bernard es, efectivamente, un spa para relajarse sumergido en esta burbujeante bebida (www.pivnilaznebernard.cz).

Wat Kuan Lad, Tailandia

A los cerveceros con conciencia ecológica les encantará el templo budista de Wat Pa Maha Chedi Kaew, a 600 kilómetros de Bangkok. La traducción de su nombre significa 'el templo del millón de botellas' y es que el material empleado para su construcción fueron toneladas de botellas de cerveza vacías. En 1984, los monjes budistas de esta región decidieron concienciar de la importancia del reciclaje construyendo un templo con este peculiar material de construcción. Gracias a las donaciones de la población, consiguieron reunir un millón y medio de botellas de cerveza marrones y verdes, con las que levantaron un colorido templo repleto de mosaicos.

Madrid, España

A veces, no es necesario irse tan lejos para disfrutar de una buena y espumosa caña. El auge de la cerveza artesanal es un hecho en ciudades como Madrid. Fábrica Maravillas, en el barrio de Malasaña, es una micro-factoría de cerveza artesanal con zona de bar para degustar sus creaciones (fabricamaravillas.es).

La fábrica de cervezas La Virgen, en Las Rozas, abre su zona de barra los jueves, viernes y sábados para degustación de sus cervezas y otros 'extras' como perritos calientes o jamón ibérico.

Bruselas, Bélgica

Como país productor de más de seiscientos tipos de cerveza, Bélgica merecía formar parte de esta lista. En su capital encontrarás Schaerbeek Museum, un museo perfecto para conocer el proceso de elaboración de la cerveza belga.

Y para empaparte, nunca mejor dicho, de la historia y la cultura de esta bebida en Bélgica, ¿por qué no hacer un 'Beer Tour'? Estas visitas guiadas consisten en un itinerario de tres horas que incluye la degustación de cinco cervezas y la visita a una fábrica (www.brusselsbeertours.com).

Munich, Alemania

Por supuesto, no podíamos dejar de incluir el festival de la cerveza por antonomasia: el increíble Oktoberfest de Munich. Con unos seis millones de visitantes cada año, es la celebración popular más multitudinaria de Alemania y una de las mayores del mundo. En sus enormes carpas, algunas con capacidad para albergar hasta a cinco mil personas, se sirven durante tres semanas todo tipo de especialidades gastonómicas de la zona regadas, por supuesto, con mucha cerveza.

Su origen se remonta al año 1810, cuando se celebró el matrimonio de Luis I de Baviera. Tras el enlace, se sucedieron cinco días de festejos que tuvieron gran éxito. Tanto, que la fiesta se ha seguido conmemorando cada año hasta llegar a nuestros días.