Antes de volar, tírate por el tobogán
El aeropuerto Changi de Singapur está considerado como uno de los mejores del mundo. Para que sus viajeros pasen el rato, dispone de un tobogán de doce metros de altura en la terminal tres. También cuenta con una piscina en el edificio principal, zona de spa y una pequeña reserva natural de mariposas. Entran ganas de volar hasta Singapur sólo para ver todo esto.

A pie de playa
Estar disfrutando de las paradisiacas playas del Caribe y que te pase un avión por encima es algo que sólo ocurre en la isla de San Martín. El aeropuerto Princesa Juliana está construido de tal manera que los aviones pasan a 25 metros del suelo y dejan a todos los turistas de piedra. Pero cuidado porque puede ser peligroso e incluso puede causar la muerte, tal y como advierten las autoridades de la zona.

El amor no es eterno
El aeropuerto danés de Aalborg sólo permite tres minutos para despedirse en su zona 'Kiss and Fly'. Esta área está situada a la entrada de dicho aeropuerto y su función es permitir que las parejas se digan adiós. El problema está en que los acompañantes de los viajeros dejan mal estacionados los coches y causan muchos problemas.

Visita al dentista
Sí, has leído bien. En el Aeropuerto Internacional de São Paulo-Guarulhos, en Brasil, ofrecen un servicio médico dental para aquellos viajeros que quieran hacerse una limpieza, sacarse un diente o empastarse una muela antes de volar. Todo con tal de ahorrar tiempo.

Ponte en forma
Para los amantes del deporte que no pueden dejarlo ni cuándo van a coger un avión, si vuelan a San Francisco están de suerte porque entre sus instalaciones cuenta con un sala habilitada especialmente para practicar yoga.

El más corto
El aeropuerto Juancho E. Yrausquin, en la isla Saba perteneciente a las Antillas Holandesas, es el más corto del mundo. Su pista de aterrizaje dispone sólo de 400 metros y está al borde de un acantilado. Sólo unos pocos aviones están autorizados a aterrizar en semejante aeropuerto en miniatura.

Aeropuerto flotante
El Aeropuerto Internacional de Kansai se encuentra directamente sobre el mar. Mejor dicho, en una isla artificial en la bahía japonesa de Osaka. Una carretera comunica esta isla con la ciudad y se puede llegar en coche o también en barco.

Cortando el tráfico
Cuando un avión quiere aterrizar en Gibraltar es necesario paralizar el tráfico porque el aeropuerto atraviesa una carretera principal y se ven obligados a tomar esta incómoda medida para evitar males mayores.

En pendiente
Para saber aterrizar en el aeropuerto de Courchevel, en los Alpes franceses, hay que ser un piloto muy especializado. Tiene una pista de aterrizaje de apenas 525 metros y ésta se adapta a la pendiente del terreno, del 18,5%. Situado en la pista de esquí del mismo nombre, este aeropuerto ha aparecido incluso en películas como uno de los títulos del agente secreto James Bond, 'El mañana nunca muere'.