Ibiza

La isla del sol, la playa y la fiesta se transforma fuera de temporada. La tranquilidad reina y es posible visitar rincones mágicos de la isla sin aglomeraciones. En la capital, podrás disfrutar del encanto de Dalt Vila (el casco histórico) sin sufrir por el calor y sin apenas cruzarte con ningún viandante. El mercadillo 'hippy' de Las Dalias, toda una institución en la isla, sigue funcinando en temporada baja cada sábado y en Navidad se transforma en un auténtico mercado navideño de lo más especial. Por eso, nuestra recomendación es que aproveches la poca afluencia turística para alquilar un coche (los precios son más bajos y no tendrás problemas de disponibilidad) y recorrer la isla a tu aire. ¿Más recomendaciones? Aprovecha para visitar los pueblos del interior, como San Rafael, famoso por su alfarería, o San Miguel. Y si tienes la suerte de visitar Ibiza en febrero, dirige tus pasos hacia la localidad de Santa Agnès: allí podrás disfrutar del maravilloso espectáculo de los cerezos en flor.

Mallorca

'Un Invierno en Mallorca' es el nombre del libro autobiográfico de Georges Sand en el que narra su estancia junto a Chopin en la isla, en la localidad de Valldemosa. Por eso, hemos escogido este lugar como comienzo de una ruta invernal. Piérdete por su casco histórico empedrado y disfruta de La Cartuja, el lugar que alojó a la pareja Chopin-Sand. La siguiente parada es Deiá, un magnífico mirador a la Sierra de la Tramuntana y al mar en el que disfrutarás de algunas de las mejores vistas de la isla. Y a poco más de una hora hacia el norte, no puedes dejar de visitar la cala de Sa Calobra (en la foto), un paisaje de espectaculares acantilados.Para un plan más urbanita, la ciudad de Palma de Mallorca encierra mil secretos invernales. La temperatura te permitirá pasear agradablemente y, además de visitar los lugares más típicos (la catedral, el casco histórico), también descubrir los rincones frecuentados por los locales.

Cádiz

La provincia de Cádiz, destino veraniego por excelencia, guarda muchos secretos en temporada baja. Aprovecha para disfrutar de su otra cara haciendo turismo rural: la Sierra de Grazalema puede ser una gran opción. Comienza tu ruta en El Bosque, un pueblo con encanto en el que se localiza el centro de visitantes del parque natural. Desde aquí podrás solicitar el permiso para recorrer la ruta del pinsapar, un abeto propio de la zona. Después, acércate al más animado pueblo de Grazalema.

Además, también fuera de temporada se celebra la festividad más importante de la zona: el famoso Carnaval de Cádiz.

Costa Brava

No cabe duda de que la Costa Brava es mucho más que mar... Por eso, visitarla en invierno no te dejará indiferente. Déjate caer por localidades como Roses, una agradable villa en la que podrás pasear por el casco histórico, visitar castillos o descubrir el conjunto megalítico de Roses, compuesto de dólmenes y menhires del periodo Neolítico. Y muy cerca de allí, sorpréndete con un paisaje más propio de Miami que de Cataluña: los canales de Empuriabrava, con 24 kilómetros navegables.

Y para un plan de naturaleza, el Parque Natural dels Aiguamolls cncentra casi cinco mil hectáreas de humedales y marismas, un lugar privilegiado para avistar diferentes especies de aves.