Califas, bandoleros y cristianos confluyen en la historia de la provincia de Cádiz que, lejos de reservarse lo mejor para sus localidades costeras, sorprende (y mucho) a aquellos que deciden aventurarse hacia el interior. Te proponemos tres rutas que no puedes perderte:

La ruta de los Pueblos Blancos

Conocidos por su arquitectura popular, sus enclaves naturales y su gastronomía, los pueblos de la Sierra de Cádiz son un lugar perfecto para no echar de menos el mar. Sus casas bajas, encaladas y con reminiscencias andalusíes son una constante de la zona y alcanzan su máximo esplendor en localidades como Arcos de la Frontera, con su casco antiguo declarado Conjunto Histórico. Tómate un descanso en el Parador de Arcos: desde su terraza, las vistas son inmejorables. Alejándote unos kilómetros de esta bella localidad, encontrarás un lugar donde aliviar el calor: el Lago de Arcos, perfecto además para practicar deportes acuáticos.

Grazalema es otra de las localidades más visitadas de la ruta. Debido a su ubicación en el corazón de la sierra de Grazalema, es un lugar perfecto para disfrutar del turismo activo y las especies animales y vegetales como el pinsapo, un tipo de conífera que data de la Era Terciaria. Continúa la visita en Ubrique, conocido por su artesanía en piel, El Bosque y sus calles blancas salpicadas de flores...

La comarca de La Janda

Aunque también incluye localidades costeras como Conil o Barbate, la comarca de La Janda tiene mucho que ofrecer a los turistas de secano. Vejer de la Frontera (en la imagen) es probablemente uno de sus destinos más conocidos, y es que este bello mirador es una mezcla perfecta de arquitectura cristiana y musulmana. Merece la pena perderse por sus callejuelas y dejarse caer por sus comercios y restaurantes: te recomendamos establecimientos como El Jardín del Califa, de ambiente marroquí, o Las Delicias, un antiguo teatro reconvertido en local de ambiente 'chic'.

Puerta de entrada al Parque Natural de Los Arcornocales, la localidad de Benalup-Casas Viejas fue un enclave militar durante los años de la ocupación musulmana. De esa época data su torre-castillo, que ofrece una panórámica inigualable. Para alojarse, el espectacular Hotel Utopía recrea el espíritu de los años 30 con todo lujo de detalles. Por último, en Media Sidonia encontrarás una espectacular herencia histórica que incluye vestigios romanos, fenicios y visigodos que constituyen uno de los grandes tesoros de la región.

Parque Natural de los Alcornocales

Este espacio natural alberga el bosque de alcornoques más extenso de España, además de ser un paraíso para las aves rapaces (buitres, buhos, halcones...) Merece la pena acercarse hasta localidades como Castellar de la Frontera, con una importante herencia islámica en su villa fortificada. Para alojarse o reponer fuerzas, el convento de La Almoraima es un espléndido hotel-boutique con una gran oferta gastronómica. Para los más activos, desde Jimena de la Frontera parten numerosas rutas senderistas y en bicicleta.