Porque compartís alojamiento, porque queréis ir al mismo destino, por ahorrar… Son muchos los motivos que pueden llevar a pasar las vacaciones con la familia política, pero también son muchos los problemas que pueden surgir a raíz de compartir tanto tiempo juntos. Para evitarlos, conviene tener en cuenta algunos detalles.

Dale la importancia necesaria
¿De verdad los problemas con la familia de tu pareja son tan graves? Si la respuesta es que sí no creas que veranear con ellos los va a solucionar, al contrario. Pero si en realidad lo que hay entre vosotros son las típicas rencillas que hay en todas las familias y que no son de vital importancia, no les des más valor del que se merecen y trata de disfrutar del viaje.

Poneros de acuerdo con antelación
Tipo de alojamiento, carácter del viaje (de relax, para conocer una ciudad, etc), presupuesto, alquiler de vehículos, compra de billetes, etc. Todos estos aspectos es importante que se aclaren antes de salir de viaje, y también que se decidan entre todos respetando todas las opiniones y situaciones familiares.

Como en cualquier viaje en grupo, tampoco conviene que todo el trabajo de búsqueda previa de información y reservas lo haga la misma persona. Después es más difícil quejarse y suele hacer que el viaje empiece con mal rollo.

Actividades en común
A la hora de pensar lo que vais a hacer durante el viaje es importante tener en cuenta las condiciones físicas de todo el grupo (abuelos, niños, etc.) y también los gustos. Es vital que todos los miembros de la familia se sientan integrados y se busque momentos para estar juntos.

Tu propio espacio
Pero estar juntos no quiere decir revueltos. También es importante reservar algunas horas al día para disfrutar de tu pareja o tus hijos sin nadie más que os acompañe. Además, este aspecto es importante que quede claro antes de iniciar el viaje y que el resto de miembros de la familia busquen sus propias actividades individuales.

Relájate
Si surgen tensiones o pequeñas discusiones, es mejor que intentes tomarte unos minutos para calmarte y reflexionar a solas dando un paseo antes de que explotes y se genere una discusión mucho mayor. Recuerda lo de contar hasta tres, suele ayudar.

Tómatelo con filosofía
Si la discusión no se puede evitar, procura no hacer un mundo de ella y mantener una actitud positiva durante el viaje. Te ayudará a tomártelo todo de mejor manera, a llevarte menos quebraderos de cabeza y a tener menos problemas con tu pareja. Siempre puedes acordarte de que esta situación únicamente durará unos días.