1 Lisboa. Inicia tu ruta en el Castillo de San Jorge, desde donde se observa toda la ciudad. Luego, monta en tranvía para visitar los barrios de Alfama, Alto y Chiado. No te pierdas el mirador de Santa Lucía y la Fundación José Saramago.

2 Salamanca. La Plaza Mayor es el mejor punto de partida para descubrir cada rincón de la villa castellana. Recorre los edificios universitarios, las catedrales, el Huerto de Calixto y Melibea o la Casa de Lis.

3 Brujas. El casco antiguo de esta población belga está declarado Patrimonio de la Humanidad. Es una preciosidad y muy romántico. Acude al Lago del Amor, después recorre Begijnhof y tómate una cerveza en la plaza Grote Markt.

4 Florencia. El Duomo es una de las maravillas arquitectónicas italianas, pero las colecciones de arte de la Galería Uffizi te dejarán sin habla, al igual que el evocador Ponte Vecchio.

5 París. Es imprescindible que conozcas el barrio de Le Marais. Bájate en la parada de metro de St-Paul, cruza la calle de Rivoli y adéntrate entre boutiques de diseño y puestecitos de comida.

6 Delft. La zona antigua de este municipio de los Países Bajos se mantuvo intacta tras sufrir un incendio en el siglo XVI. Acude hasta las iglesias Nieuwe y Oude, y visita los patios interiores de las casas.

7 Bad Ischl. Descubre Kaiservilla, la antigua casa de verano de la familia imperial austríaca: los Habsburgo. Es una ciudad balnearia, así que no dudes en probar alguno de sus centros termales para beneficiarte de sus aguas.