1 Elige un buen momento que, según los expertos se centra hacia el final del verano y del invierno, en concreto, el 21 de septiembre, en el equinoccio de otoño, y el 21 de marzo, en el de primavera.

2 Sube al norte y cuanto más, mejor. Los lugares idóneos de observación se sitúan por encima del Círculo Polar Ártico. Eso sí: abrígate.

3 Mejor, de noche, sobre todo, entre las 22 y 23 h. De día también pueden verse auroras boreales, pero antes de las 19 h las posibilidades disminuyen considerablemente. 

4 Aléjate de la ciudad y evita estar cerca de focos, luces y cualquier tipo de contaminación lumínica. Las nubes y la luna llena también son un problema a la hora de ver el espectáculo.

5 Lleva trípode y desactiva el flash. Para captar una buena imagen, elige una velocidad lenta (30 seg. o más) y selecciona una apertura amplia de diafragma (f 2,8), ten paciencia y disfruta.