Taquicardia, sudoración, tensión muscular, respiración agitada.... Mañana tienes que coger un vuelo para empezar tus vacaciones y estás entrando en pánico solo de pensarlo. Hasta te has planteado anular tus reservas para no tener que pasar por ello. Está claro que tienes miedo a volar y hay que atajarlo lo antes posible (o racionalizarlo).

Lo primero, saber por qué sucede. Según José Benito Serrano, psicólogo de Área Humana, hay varios factores: "Experiencias traumáticas vividas en primera persona o en otras personas, recibir información sobre lo peligroso que es volar o la sensación de angustia y descontrol que puede producir, o también motivos desconocidos que nunca se aclaran". Para Alfonso de Bertodano, comandante de Air Europa, psicólogo y responsable de los cursos Perdiendoelmiedoavolar.com, hay que incluir el "aprendizaje equivocado, que hace que se perciba el viaje en avión como un peligro extremo; por ejemplo, haber visto a alguno de tus padres con miedo".

No hay un perfil concreto de los afectados por el miedo a volar, aunque como otro tipo de fobias situacionales es más común en mujeres, aparecen en la juventud (en torno a los 25-30 años) y, según estudios, se dan más frecuentemente en personas con algunos rasgos concretos de personalidad, como la necesidad de control.

Hay varios síntomas de que el miedo a volar se nos está 'yendo de las manos'. Por un lado, "si evitamos de forma directa o encubierta todo lo relacionado a volar a pesar de que esto puede deteriorar áreas de nuestra vida (laboral, social o de pareja), además de tener las habituales reacciones físicas (taquicardia, sudoración...) y psíquicas (visualizar imágenes de accidentes, p.ej.)", señala el psicólogo de Área Humana. Alfonso de Bertodano se centra en la duración de la sensación: "Si es un miedo persistente que se mantiene días antes de ir a volar y si te genera angustia de solo pensarlo, quizás es el momento de acudir a un profesional o a un curso, para que ese miedo no genere otras fobias adicionales".

La irracionalidad

¿Se trata de un miedo irracional? Depende. "Si no sabes lo que es una zona de turbulencias y la atraviesas, es normal que tengas un miedo racional que te lleve a activar mecanismos de defensa", explica de Bertodano. El otro experto hace hincapié en la gran diferencia entre las probabilidades: "Es poco probable que se cumpla la amenaza y es muy probable que mejore nuestro bienestar afrontándola", asegura Benito. Sin embargo, "no elegimos nuestros miedos, pero sí los que afrontamos y en el momento en el que lo hacemos".

Afrontémoslo. ¿Qué hacer el día antes? Lo mejor de todo, según los expertos, es abordarlo de manera constructiva. Por un lado, visualizar la situación real que va a suceder: con tensiones que vamos superando poco a poco: la turbulencia, la vibración, el despegue... Por otro, siendo prácticos, teniendo la documentación y la maleta bien preparada, llegando con tiempo al aeropuerto, evitando desde el día antes las bebidas con cafeína y gaseosas y tener una buena caterva de pensamientos positivos en nuestra mente.

Eso sí, no llenes tu maleta de pastillas... o al menos, no, si quieres perder el miedo a volar. Es 'pan para hoy, y hambre para mañana': "Si tu objetivo es superar el miedo a volar, sin duda, 'escapar' de la ansiedad con somníferos, alcohol u otras ayudas externas, ejercerá un efecto negativo, señala José Benito, mientras que el experto de Perdiendoelmiedoavolar.com es más tajante: "Personalmente no recomiendo ningún ansiolítico por dos motivos, uno, como psicólogo, por ineficacia en casos de fobias y dos, como comandante, porque en caso de una evacuación no quiero a nadie con merma de sus facultades psicofísicas". Sí, una evacuación, porque puede suceder: en esos momentos, el miedo será generalizado, y en ese momento lo único que podemos hacer es seguir al pie de la letra los consejos del personal de a bordo.

Hair, Face, Head, Microphone, Dress shirt, Collar, Formal wear, Suit, Crowd, Blazer, pinterest

10 'tips' prácticos para superar el miedo a volar–No huyas con tus actos. Si quieres superarlo, ve acercándote poco a poco a estas situaciones. Abre páginas de compañías de vuelo como si fueras a sacar un billete, pasa la tarde en el aeropuerto, busca entornos virtuales de vuelo...

–Elige el asiento al comprar el billete. Cuanto más adelante mejor, para no ver a todos los pasajeros delante de ti durante el despegue y además durante las fases de turbulencia se mueve menos. El pasillo es más cómodo y reduce la sensación de claustrofobia.

–No huyas con tus pensamientos. Imagina el día del vuelo paso a paso. Antes de salir de casa, yendo al aeropuerto, embarque... Escribe sobre lo que pensarás, una y otra vez, hasta que tus pensamientos empiecen a ayudarte en lugar de bloquearte. Exprésate sobre el papel para contestarte.

–No te exijas que tu cuerpo esté tranquilo, no depende de ti. Hay una parte irracional, automática de nuestro comportamiento que no controlamos. Lo que sí puedes hacer es ir pensando qué harás para controlar al miedo cuando empiece a subir.

–Reduce el estrés y las prisas el día 'D'.

–Ten preparadas distracciones según la duración del vuelo (una diferente por cada 45 minutos): series de TV, pasatiempos, revistas, libros, una libreta para escribir, estiramientos, etc.

–Lleva una pequeña provisión de comida y agua (compra esta tras pasar el filtro de seguridad). Podrás hidratarte sin esperar a ser atendidos.

–Contarle tu miedo a volar a las auxiliares cuando entres al avión. Estarán más pendientes de ti.

–Respira despacio, metiendo el aire por la nariz y soltándolo suave y prolongadamente por la boca. No metas excesiva cantidad de aire, intenta dirigirlo hacia la base de tus pulmones usando el diafragma.

–No es culpa tuya si no consigues superar un miedo sola. No estamos obligados a poder hacer todo. Si te limita el pánico, hazte cargo de él y acude a un profesional de la piscología. Los tratamientos para esta fobia son breves y eficaces. Emprende ese viaje y disfruta de él.