25 ideas de Navidad
1. Visitar a Papá Noel en Rovaniemi (Finlandia)
En esta región finlandesa puedes traspasar la línea del Círculo Polar o convivir con una familia sami. Pero, si vas con niños, sólo habrá tiempo para visitar Santa Claus Village, la residencia oficial de Papá Noel, donde puedes verle en persona o enviarle una carta desde la oficina postal central.
2. Cuidar una flor de Pascua (México)
En estas fechas, las floristerías de medio mundo venden miles de ejemplares de poinsetia, una de las aportaciones mexicanas a la Navidad. Los antiguos náhuatl ya usaban las hojas rojas de esta planta para desinfectar la piel y colorear tejidos y le dieron un nombre muy acorde con su ciclo de vida: “flor que se marchita”.
3. Ver el ‘Silvesterchlausen’ en Apenzell (Suiza)
La forma de despedir el año en este cantón suizo combina naturaleza y tradición a partes iguales. El 31 de diciembre, los Chläuse, con sus cencerros y sus ancestrales trajes, visitan a los vecinos para desearles un feliz año nuevo a cambio de un aguinaldo. No te pierdas sus impresionantes sombreros, decorados con escenas que representan la vida del país.
4. Comer turrón de Xixona (Alicante)
Cómo se selecciona la miel, qué proporción de almendras debe llevar, cuándo se envasa… En el Museo del turrón lo sabrás todo sobre al elaboración del turrón, desde los clásicos de Alicante y de Jijona, hasta las innovadoras propuestas que incorporan tomillo, azafrán o papaya.
5. Saborear placeres secretos, en Montilla (Córdoba)
Nada más entrar en el convento de Santa Clara te sorprenderá el exquisito aroma que inunda cada rincón. La explicación (terrenal y deliciosa) está en el obrador, donde 15 monjas de clausura elaboran roscos de vino, polvorones, alfajores y otros manjares navideños. Desde 5 euros.
6. Emocionarte con una ‘postal’ de Praga (República Checa)
¿Buscas una imagen plenamente navideña? Sube a la torre del Ayuntamiento, en Praga, y admira las siluetas de la Torre del Reloj y de la de Tynn, creciendo entre la nieve y los mercadillos de la Ciudad Vieja. Y aprovecha para saborear la cena de Nochebuena, con carpa frita, ensalada de patata y sopa de pescado.
7. Curiosear en un típico mercadillo navideño como Budapest (Hungría)
La capital húngara tiene otros mercadillos más antiguos –como el de Vörösmarty– pero la ubicación del de la basílica de San Esteban, en pleno centro, hace que sea uno de los más visitados. En sus típicas casetas de madera puedes encontrar huevos pintados, adornos de maíz y todo tipo de delicias de Navidad, como el beigli, un sabroso pastel a base de nuez, semillas de amapola y castaña.
8. Festejar el Año Nuevo de blanco en Río de Janeiro (Brasil)
Si Copacabana es uno de los escenarios más hermosos del mundo, en Nochevieja la playa brasileña se rodea de un halo irresistible de misterio y desenfreno. La fiesta se llama Reveillon y los ingredientes son sencillos, pero contundentes: un millón y medio de personas que se extienden en los 4 km de playa, fuegos artificiales que lanzan desde unas balsas situadas a 300 m de la línea costera y lo mejor: todos los participantes vestidos de blanco.
9. Tomar las 12 uvas en Sol (Madrid)
Exactamente 35 segundos antes de la medianoche, baja una bola del reloj y suena el carrillón. Después, llegan las cuatro campanadas dobles que marcan los cuartos y, finalmente, las doce campanadas que te dejan unos 3 segundos para tomar cada uva de la suerte. Este es un pequeño manual de instrucciones para disfrutar de la Nochevieja madrileña, una tradición que abarrota la Puerta del Sol desde hace 50 años.
10. Darle a la zambomba en Jerez de la Frontera (Cádiz)
Berza, pestiños navideños, vino de la tierra y, por supuesto, una zambomba fabricada con una vasija de barro, pellejo de cabra y una caña. Estos son los ingredientes básicos de la Navidad en esta localidad gaditana, una antigua tradición en la que las peñas salen a la calle para celebrar estas fiestas en clave flamenca.
11. Vivir el Hogmanay en Edimburgo (Escocia)
La procesión de antorchas del 30 de diciembre no sólo dibuja un impresionante río de fuego por la histórica Royal Mile; además, es el pistoletazo de salida para esta monumental juerga con la que la capital escocesa recibe el Año Nuevo. Más de 80.000 personas se concentran en este festival, que también cuenta con actuaciones en el Castillo, fuegos artificiales, música tradicional, un concierto a la luz de las velas en la Catedral de St. Giles (22 euros) y, por supuesto, una Street Party (20,50 euros).
12. Brindar con champán en Francia
Según un estudio de la Universidad Técnica de Clausthal, la velocidad media a la que sale el corcho de una botella de champán es 40 km/h. Esto, que sucede cada 2 segundos en algún lugar del mundo, es el anticipo de un burbujeante ritual. Para conocer sus secretos, apúntate a la Ruta del Champagne que, además, recorre los paisajes de esta región del norte francés.
14. Calentarse con ‘Gluhwein’ en Colonia (Alemania)
Cuando el frío arrecia y las temperaturas no superan los 5ºC, nada como tomar un típico Gluhwein, es decir: vino caliente, canela, clavo, cáscara de limón, anís estrellado y azúcar. Esta antiquísima bebida que ya degustaban los romanos, es un perfecto elixir para disfrutar de los mercadillos navideños mientras saboreas un Christstollen (pan navideño con pasas).
16. Apurarte en estrenar 2013 en Kiritimati (Kiribati)
Una de las 32 islas de este archipiélago del Pacífico es el primer lugar poblado del planeta en recibir el nuevo año. Kiritimati –o Isla de Navidad–está situada a 232 km al norte de la línea ecuatorial y ofrece un paisaje espectacular y una interesante oferta turística que combina el avistamiento de pájaros y la pesca con tours por los lugares que se hicieron tristemente famosos a raíz de la II Guerra Mundial.
17. Escribir a los Reyes Magos (Barcelona)
Como cada año, los Reyes Magos llegarán a Barcelona en la noche del 5 de enero para preparar sus regalos. Melchor, Gaspar y Baltasar desembarcarán en el Moll de la Fusta en el puerto de la capital catalana para iniciar un recorrido por el parque de la Ciutadella, Via Laietana y otras arterias de la ciudad hasta llegar a Montjuïc. Junto a sus regias majestades, una troupe llena de magia y fantasía (en la edición del pasado año una de las carrozas estuvo vestida por Custo Barcelona) y, por supuesto, miles de niños atrapando caramelos al vuelo.
18. Ser el último en Hawaii (EE UU)
Cuando en España sean las doce de la noche y estés festejando el Año Nuevo, en Hawaii aún serán las 11 h del 31 de diciembre. Si vienes no podrás tomar las 12 uvas, pero disfrutarás con sus paisajes de postal, sus aguas cálidas, y los fuegos artificiales que iluminan la bulliciosa Waikiki. Reserva un espacio en la playa, túmbate en tu esterilla y participa en la cuenta atrás para recibir los primeros minutos de 2013. Ah, y no olvides integrarte y felicitar el año en hawaiano: “Hau’oli Makahiki Hou”.
19. Saborear un chocolate en Shanghai (China)
No es la primera churrería que la empresa abre en Asia –tiene 3 en Japón–, pero San Ginés acaba de desembarcar en tierras chinas. La chocolatería, inaugurada el pasado septiembre en Shanghai, combina la tradicional oferta de chocolate y churros con otros sabores, por lo que la carta incluye churros salados o acompañados de queso cheddar o incluso de mole picante mexicano.
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