Viva la fiesta
Asturias. La travesía del Sella
Fue la primera fiesta española de carácter lúdico-deportivo en ser declarada de Interés Turístico Internacional, pero el Descenso Internacional del Sella es mucho más. Este año, celebra su 85 cumpleaños –comenzó en 1929 pero no celebró las ediciones entre 1936 y 1943, ni la nº13– el primer sábado de agosto, en su tramo habitual entre Arriondas y Ribadesella: 20 km llenos de piraguas y miles de espectadores. También se celebra un descenso popular para todos los públicos y lo mejor: la Fiesta de las Piraguas, con el Tren Fluvial y una comida campestre en los márgenes del río.
La Rioja. Una sabrosa munición
Como en tantas otras fiestas, la de Haro empezó siendo religiosa –con la romería a los Riscos de Bilibio– y terminó siendo una celebración pagana en toda regla.
Aquellos bautizos de vino con los que se aceptaba a los fieles, se convirtieron, a finales del siglo XIX, en auténticos remojones vinícolas. Declarada de Interés Turístico Nacional, la Batalla del Vino se celebra cada 29 de junio. Comienza con la llegada a la ermita de la comitiva, comandada por el Regidor Síndico, que va a caballo. Tras la misa, comienza una incruenta batalla en la que se lanza vino con todo tipo de armas –botas, sulfatadoras, pistolas de agua…– y que tiene como único objetivo manchar a todos los asistentes. Para terminar, un multitudinario almuerzo campestre a base de caracoles.
Pontevedra. ¡Que vienen los vikingos!
Integrada desde febrero de este año en el Itinerario Cultural Vikingo del Consejo de Europa –la ruta más importante del mundo, por detrás solo de los Caminos de Santiago–, Catoira se prepara ya su representación anual. Se trata de la Romería Vikinga, una fiesta que se celebra la semana previa al primer domingo de agosto y reivindica el papel de Catoira en la defensa de Santiago. Además de teatro y música folk, el plato fuerte es la cena vikinga –obligatorio ir vestido de salvaje guerrero; 20 euros– y el desembarco, en un auténtico drakkar –barco de guerra– que nos traslada al siglo XI, cuando los temidos vikingos entraron en la ría de Arousa.
Valencia. Todos juntos con la marea roja
El poder de convocatoria de esta fiesta es tal que, desde el año pasado, el Ayuntamiento limita el acceso y saca tickets a la venta: 15.000 entradas, a 10 euros. Si eres uno de los afortunados que consigue entrar este año en la Tomatina de Buñol (www.latomatina.info) –que se celebra el último miércoles de agosto y está declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional– toma nota de unas reglas básicas. Para empezar, la fiesta comienza a las 11 h con la llegada de los camiones: 120 toneladas de tomates esperando a ser lanzadas. Se trata de una variedad cultivada específicamente para este evento –más barata y con un sabor poco comercial–, pero igual de dañina que las otras; así que aplástalos antes de lanzarlos y protégete con unas gafas de bucear. Una hora después, finaliza esta batalla vegetal: un buen momento para nadar por ríos de tomate, divertirse y soltar adrenalina.
Pontevedra. Una peluquería ecuestre
El primer fin de semana de julio, un grupo de mozos de Sabucedo sube al monte para bajar los caballos salvajes y llevarlos por el pueblo hasta el curro –recinto cercado; entrada: 10 euros–, donde serán aloitados –se les cortarán las crines y colocará el microchip–. Es la Rapa das Bestas, una tradición del siglo XVIII que la Unesco ha declarado Fiesta de Interés Turístico Internacional. No podrás ejercer de aloitador –la persona que sujeta y tumba al caballo, pero el espectáculo de la lucha entre el hombre y el animal es soberbio.
Navarra. Adrenalina en blanco y rojo
Entre el txupinazo del 6 de julio y el pobre de mí del 14 tienes ante ti 8 días llenos de fiesta. De Fiesta con mayúscula, como el homenaje que hizo Hemingway, a los Sanfermines convirtiendo esta historia en el eje principal de una de sus novelas. Pero este escritor no fue el único enamorado de la fiesta: Arthur Miller, Ava Gardner y Orson Welles también se rindieron al atractivo de un evento lleno de emoción. Y de rituales. Entre los más famosos, el atuendo: imprescindible el pañuelo rojo que sólo te anudarás al cuello cuando, a las 12 h, el chupinazo del balcón del Ayuntamiento anuncie el comienzo de las fiestas en un espacio no apto para claustrofóbicos ni niños. Al día siguiente, madruga para presenciar uno de los momentos álgidos de Sanfermín: el primer encierro. Los mozos guían a las reses por la calle Mercaderes y Estafeta, desde los Corrales de Santo Domingo hasta la plaza de toros. Son unos 3 minutos de frenética carrera y un espectáculo que pone la adrenalina a tope. Para evitar riesgos –los expertos recomiendan elegir sólo un tramo– puedes verlo desde un balcón: el alquiler cuesta 50 euros, desayuno incluido. Además, disfruta del Encierro Txiki –infantil–, música, baile, verbenas, fuegos artificiales… En www.sanfermin.com
Madrid. Un chotis con la patrona de los chulapos
Dicen que casi ninguno de los iconos típicos madrileños son oriundos de la capital: el chotis es originario de la actual República Checa –su nombre deriva de Schottisch, escocés en alemán– y la kermés, –la carpa donde se celebran los festejos–, de los Países Bajos. Hasta el mantón de Manila que lucen las chulapas viene directo de China (y no de la capital filipina).
Lo que sí es absolutamente genuino es la pasión con que los asistentes viven estos festejos de Madrid, que enlazan tres fiestas consecutivas: San Cayetano, San Lorenzo y La Paloma. Las calurosas noches de agosto se llenan de chulapos, claveles y parpusas –las típicas gorras de visera de ellos– y se siguen al dedillo todos los rituales, desde el concurso de piropos hasta los dulces ganados al barquillero. Después, la limoná que regalan las peñas para acompañar los bocadillos de entresijos y gallinejas y, para terminar, un buen chotis bailado como mandan los cánones: lento, agarrao y sin salirse de una baldosa.
Barcelona. La Patum, en Berga
Declarada Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, La Patum de Berga es una de las fiestas más significativas y ancestrales de España y una de las que mejor ha conservado sus raíces profanas y religiosas. Su origen se remonta a las festividades que, en la Edad Media, acompañaban las procesiones del Corpus Christi. La Patum se sigue celebrando en esta fecha y mantiene sus personajes fundamentales: las Maces –demonios con mazas y látigos–, las Guites –monstruos que embisten al público–, los Plens –diablos de fuego– y los Quatre Fuets, que anuncian el comienzo de la fiesta. Además, los gigantes disfrazados de sarracenos, las águilas, los enanos cabezudos, cohetes, acrobacias… y un baile final, el Tirabol, que les congrega a todos ellos.
La Rioja. Los danzantes de Anguiano
Chalecos multicolor, faldas que ayudan a mantener el equilibrio –¡ojo con rozarlas!– y, por supuesto, zancos: medio metro de madera de haya que antaño usaban los habitantes de esta zona para caminar por terrenos húmedos o nevados. Es la Danza de los Zancos, un frenético baile en el que 8 jóvenes del pueblo acompañan la procesión de la Magdalena, en julio. www.ayuntamientodeanguiano.org
Granada. nochevieja, y a 40ºC
No se trata de celebrar el Fin de Año en el Caribe, sino de acercarte a este pueblo granadino y compartir su curiosa tradición. Hace ahora 20 años, en 1994, Bérchules sufrió un corte de suministro eléctrico justo cuando iban a comerse las 12 uvas que despedían el año. La fiesta se trasladó al primer fin de semana de agosto y, desde entonces, este mes celebran la Nochevieja de Bérchules de forma multitudinaria.
Santander. Disfruta del baño como una ola
A mediados del siglo XIX, la capital cántabra soñaba con sumarse a la moda europea y entrar en el club exclusivo de las ciudades balneario, formado por Biarritz, Cannes o Niza, entre otras. Años después, la concurrencia a la playa del Sardinero se acrecentó con la llegada de un ilustre veraneante: Alfonso XIII y su familia, que la puso en el top ten de los destinos favoritos de la burguesía. La tradición se mantuvo hasta nuestros días, en los que, del 11 al 15 de julio, los Baños de Ola llenan la playa y los Jardines de Piquío de concursos, festivales, mercadillos y un interesante desfile de moda decimonónica.
Cádiz. Caballitos de mar
La entrada es gratuita en esta singular carrera que cuenta con un decorado de lujo: el Parque de Doñana y el Paseo Marítimo de Sanlúcar de Barrameda. Las playas de la localidad se convierten en un improvisado hipódromo donde las cuadrillas se juegan jugosos premios en dos ciclos: del 7 al 9 y del 21 al 23 de agosto. La naturaleza regula esta romántica imagen: las Carreras de Caballos de Sanlúcar, sin horario fijo, se celebran al atardecer, cuando la bajamar permite la competición.
Huelva. Lo importante es el camino
Más de 100 hermandades de todo el mundo, un millón de personas, miles de carretas, caballos… Las cifras impresionan pero hablamos de la Romería de El Rocío, uno de los acontecimientos religiosos más multitudinarios. La festividad de la Virgen del Rocío, patrona de la localidad onubense de Almonte, coincide con Pentecostés –en 2014, el 9 de junio– y comienza días antes, con la presentación de las diferentes hermandades ante la de Almonte. La noche siguiente, cuando todos los simpecados han pasado ante la ermita, la hermandad matriz de Almonte entra en el recinto y se produce el popular salto de la reja. Es un momento único que pone punto final a todos los días de peregrinación, las fiestas, los hermosos paisajes de Doñana…
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