Cinco razones para viajar a Montecarlo

Aunque no seas un forofo de los deportes naúticos, observar las evoluciones de la nueva lancha de competición del equipo Vector Martini Racing es todo un espectáculo.

Su silueta es apabullante y sus motores Mercury emiten un rugido que no pasa inadvertido, y le permite alcanzar una velocidad máxima de 135 millas/hora; es decir, el equivalente a unos 250 km/h si se desplazara en tierra, pero en el agua la sensación de presteza es mucho mayor. 

Durante el mes de agosto esta llamativa embarcación, un verdadero F1 del mar, va a intentar batir el récord de velocidad entre Montecarlo e Ibiza, dos de los destinos más atractivos en el Mediterráneo. El piloto y sus dos tripulantes, especialistas en este tipo de desafíos, pretenden cubrir la distancia en menos de 10 horas, ya que el nuevo Vector Martini Racing es una de las embarcaciones más rápidas del mundo.

• Lugar: Puerto deportivo Mónaco. 

El Automóvil Club de Mónaco es una de las instituciones deportivas del mundo del motor más antiguas. Desde 1929, organiza el Gran Premio de Mónaco de F1 y el mítico Rally de Montecarlo. Su tienda es irresistible para cualquier aficionado a las cilindradas, y en ella encontrarás desde los emblemas y placas de estas dos importantes pruebas deportivas, hasta todo tipo de accesorios, pasando por una completa colección de moda, con motivos de lo más racing de competición para hombre, mujer y niño. Así que no dudes en darte un capricho.

• Lugar: Automóvil Club de Mónaco (Rue Grimaldi, 46).

El magnífico Museo Oceanográfico de Mónaco ha inaugurado este verano la exposición On sharks & humanity, en la que se muestran once obras únicas creadas específicamente para este centro por una decena de artistas chinos que pertenecen al estilo avant-garde. Además, tendrás que visitar el acuario Lagon, con 450 litros de agua salada, donde nadan a sus anchas tiburones de distintas especies.  

• Lugar: Museo Oceanográfico de Mónaco (Av. St. Martin, s/n).

La fama del Hotel Beach Club de Montecarlo traspasa estas fronteras, tanto como los tratamientos sofisticados de su magnífico spa. Si quieres darte un capricho con mucho estilo, nada mejor que disfrutar de un cóctel Martini royal en una de sus tumbonas con vistas al Mediterráneo. Este establecimiento tiene la peculiaridad de no estar situado en Montecarlo, sino en el término municipal francés de Roquebrune, junto al límite territorial de Mónaco. 

• Lugar: Montecarlo Beach Club (Av. Princesse Grace, s/n. Roquebrune).

El Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1 se celebra cada año el último fin de semana de mayo. Es la carrera más antigua de todo en el calendario del Campeonato del Mundo y es mucho más que una competición, ya que se convierte en un acontecimiento social y mediático. Durante los tres días de la prueba se pueden ver los barcos y los coches más impresionantes del planeta, las fiestas más extravagantes y el mayor número de famosos y personalidades por metro cuadrado. Moverse por sus calles en esos días es complicado, ya que al tratarse de un circuito urbano se acotan la mayor parte de las avenidas, pero a pesar de ello merece la pena vivir uno de los eventos con más solera y glamour del mundo.

Para muchos, Mónaco es sólo una variante sobrevalorada de Benidorm, pero lo cierto es que algo debe tener este pequeño principado de poco más de 2 km2 para que las mayores fortunas y celebridades del mundo se rindan a sus encantos. No alberga playas como las españolas, y los escasos metros de arena de que disfrutan algunos de los beach (aquí no hay chiringuitos) son de origen artificial, pero con un exquisito cuidado por el detalle.

Si eres un amante de los coches de lujo y de los barcos, Mónaco es el mejor escaparate en el que podrás ver lo más caro y sofisticado del momento. 

Con idioma propio 

Seguro que no sabías que tiene dos lenguas oficiales, el francés y el monegasco, un dialecto del ligur, la lengua que se hablaba en el norte italiano, ya que Mónaco y buena parte de la Costa Azul pertenecían a Italia, razón por la que el ítalo también es bastante utilizado. Aunque es difícil encontrar alguien que se exprese en monegasco, el carácter cosmopolita de esta ciudad-país hace que sus habitantes, y los que aquí trabajan, hablen casi cualquier idioma, por lo que es fácil entenderse en francés, inglés, italiano o español.

A pesar de su reducido tamaño, Mónaco cuenta con diez barrios perfectamente diferenciados, entre los que  destaca el caso antiguo, Mónaco Ville, donde se encuentra el Palacio del Príncipe y el origen del principado. En otros, como Fontvieille, se puede apreciar que son zonas más nuevas, con abundante superficie ganada al mar para la construcción de lujosas viviendas con su propio amarre.

Un minuto de gloria 

En los últimos años también se está dando un nuevo tipo de turismo vinculado a la caza del famoso. Son muchos los forofos que, smartphone en mano, acuden a las ciudades o enclaves más chic del mundo para poder fotografiarse con personalidades mundiales de todo calado. Para este nuevo turista coleccionista de selfies con personajes Mónaco es un verdadero filón, sobre todo cuando celebra lugar algún acontecimiento importante, como el Gran Premio de Fórmula 1 o el Festival de Cine Internacional, que se convoca cada año en la cercana Cannes.

Un entorno privilegiado 

Si Mónaco se te queda pequeño puedes disfrutar de sus preciosos alrededores. Poblaciones como Ezé, una espectacular villa medieval en el sur, o Roquebrune, la frontera norte del principado. Estos, y otros muchos municipios cercanos, ofrecen el encanto de los típicos pueblecitos de los llamados Alpes Marítimos. Están escondidos entre las montañas y gozan de espectaculares vistas, además todos albergan la zona sur mer, es decir, la de playa para poder disfrutar de un buen baño en el Mediterráneo.