Los lagos más impresionantes del mundo
Descubre la belleza en estado puro.
De colores insólitos, volcánicos, repletos de medusas, entre montañas… incluso en pleno desierto. Te presentamos las 12 lagunas imprescindibles en tu ruta de viaje. Este verano, la postal la fotografías tú.
Estados Unidos. Experiencia tecnicolor
Esta espectacular maravilla de la naturaleza, Grand Prismatic Spring, se encuentra en el Parque Nacional de Yellowstone (Wyoming, Montana y Idaho). Súbete a una colina para apreciar el arco iris que procede de sus aguas ricas en minerales y de las bacterias pigmentadas que crecen alrededor de estas.
Canadá. Uno de los paisajes más bellos del mundo
Ubicado en el Parque Nacional Banff, en la provincia de Alberta, el lago Peyto –que tiene forma de cabeza de zorro– es uno de los más célebres de Canadá, y no es de extrañar. Su espectacular tonalidad turquesa se debe a su origen glaciar y a la erosión del agua sobre las rocas. Las mejores épocas para visitarlo, y admirarlo en su máximo esplendor, son la primavera y el verano. Para acceder al lago, tienes que tomar la Icefields Parkway, carretera que atraviesa el corazón de las Montañas Rocosas. Desde el mirador, la vista es impresionante, pero sé uno de los pocos que se atreven a bajar hasta la orilla. http://travelalberta.com.
Chad. Vida en el páramo
Los lagos de Unianga –declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en el año 2012– se encuentran en la región de Enedi, en un emplazamiento tan inverosímil –y fascinante– como el desierto del Sáhara y con una extensión de 62.808 hectáreas. Conforman dos conjuntos: Unianga Kebir consta de cuatro estanques salobres en los que verás algas y algunos microorganismos.
El otro conjunto, Unianga Serir, cuenta con 14 (de agua dulce), que están separados por dunas. En ellos, podrás observar su fauna acuática, fundamentalmente, peces. El panorama es, sin duda, inusitado; un abanico de formas y colores que se abre paso en el desierto, como un espejismo en el horizonte.
España. Verde que te quiero verde
Dentro del Parque Nacional de los Picos de Europa (Asturias), encontrarás los lagos de Covadonga. Estas formaciones glaciares se componen de tres acuíferos: Enol, en la foto, que es el más grande; La Ercina, que está a una altitud de 1.100 m, y El Bricial, que es el más pequeño y solo lleva agua durante el deshielo. Prepara la cámara porque es de lo más habitual que las vacas campen libremente por la zona, ajenas al trasiego de visitantes, y sus puestas de sol no tienen parangón. Recuerda que durante la temporada alta solo se puede acceder a la zona en transporte público (adultos 8 euros) o en taxis locales.
El resto del año, puedes llegar en coche privado (el aparcamiento cuesta solo 2 euros el día completo). El acceso se hace desde Soto de Cangas. Te recomendamos que no te pierdas la vista de Cangas de Onís desde el Mirador de la Reina. Y los amantes del senderismo podéis hacer uno de los itinerarios que parten desde Covadonga: la Ruta de la Reconquista o la de Orandi. No dejes pasar la ocasión de conocer –o revisitar– este hermoso paraje y sus bucólicas majadas.
Palaos. Date un baño gelatinoso
El lago de las Medusas se halla en la isla Eli Malk. Su principal atractivo consiste, precisamente, en la posibilidad de bucear entre estos temidos seres marinos. Así que si te gusta sumergirte y nadar entre los habitantes acuáticos allá donde vayas, este es tu sitio, ya que las células urticantes de estas medusas doradas no afectan al ser humano. Puedes, incluso –si te atreves–, tocarlas sin riesgo de picaduras.
El buceo de profundidad no está permitido para respetar el descanso de las medusas y para evitar la intoxicación por sulfuro de hidrógeno. Una experiencia única que no podrás realizar en ningún otro rincón del planeta. ¿Estás preparado?
Croacia. Paraje de ensueño
El Parque Nacional de los lagos de Plitvice es una de las maravillas del país, no en vano, es Patrimonio de la Humanidad. Sus 16 piscinas naturales, sus cascadas y su exuberante vegetación dan buena cuenta de la belleza del entorno. La entrada al parque (desde 9 euros, en verano) incluye los viajes en barco eléctrico por el lago Kozjak y en el tren panorámico, y un seguro. Si vas en grupo es recomendable que reserves tus tiques con antelación.
Canadá. Vuelta a la Edad de Hielo
Al oeste de la provincia de Alberta, en el río Saskatchewan Norte, se encuentra el lago Abraham. En este pantano –cuyo origen se remonta a 1972– que baña las Montañas Rocosas, tiene lugar un fenómeno de lo más curioso. Las plantas que viven en el fondo de sus aguas liberan gas metano que asciende hasta la superficie formando burbujas, que se congelan y llegan a constituir, cuando las bajas temperaturas arrecian, columnas de burbujas de diversa forma. Lugar de peregrinación por excelencia de fotógrafos profesionales, aficionados y viajantes, el panorama que se divisa es completamente extraordinario.
Si eres aventurero de profesión –o en tus ratos libres–, anota este lugar en tu agenda. Quizás seas uno de los pocos que camine con paso firme y decidido sobre la superficie congelada y no dude al oír el ruido que produce el hielo a tus pies. Por no mencionar el hecho de que la superficie permite ver el oscuro, y misterioso, fondo. Eso sí, si esto no te intimida, triunfarás en las redes sociales como Instagram.
Alberta es un paraíso para los amantes de la naturaleza y el deporte al aire libre. Atrévete a explorar el río Bow (a un par de horas) a bordo de una canoa, un kayak o paddleboard. The Banff Canoe Club alquila embarcaciones desde 24 euros la primera hora y las tablas a partir de 54 euros el día. Consulta también sus paquetes, que incluyen alquiler de canoa y otras actividades como montar a caballo o en bici, o hacer rafting (desde 33 euros). Aventúrate a vivir Canadá en estado puro.
Kenia. La joya de la corona
El lago Turkana es el más grande del mundo de los ubicados en un desierto. Apodado como el Mar de Jade, se encuentra al norte del país. Sus aguas salinas dan cobijo a una ingente familia de cocodrilos y el viento ruge con fuerza, por lo que sorprende que alquilen barcas para surcarlas. Tienes que contratar un viaje organizado –suelen partir de Nairobi–.
China. Refugio de mercaderes
Al pensar en el gigante asiático, vienen a la memoria palacios imperiales, edificios infinitos y su icónica Gran Muralla. Pero en el caso del lago Crescent –o Yueyaquan–, la grandiosidad la otorga su ubicación, en pleno desierto del Gobi –en la ancestral Ruta de la Seda–. El llamado oasis de la Media Luna –en honor a su apariencia– surge, majestuoso, entre kilómetros de arena.
Su origen se remonta a hace 2.000 años y su presente peligra ya que ha menguado su capacidad unos 7 m. Es una visita ineludible si te encuentras en la ciudad de Dunhuang (Gansu).
Indonesia. Naturaleza cambiante
Kelimutu –que significa el lago que hierve–, en la isla de Flores, está formado por tres lagunas de cráter con diferentes colores, que poseen la peculiaridad de cambiar de tonalidad de un modo absolutamente impredecible. Sus aguas pueden llegar a ser negras, rojas o incluso, blancas. No te olvides de poner el despertador, porque el mejor momento para ver este espectáculo es el amanecer, cuando la niebla da una tregua a los visitantes.
Senegal. La 'Vie en Rose' africana
A media hora de Dakar, podrás admirar el Lac Retba, más conocido como Lago Rosa, que posee una salinidad elevada y está rodeado por un evocador bosque de baobabs. La incidencia del sol torna su color hacia el rojo, siendo el amanecer y el ocaso su cénit rosáceo. Un buen plan es alquilar un quad o un 4x4 para dar una vuelta por las dunas circundantes y los pueblos vecinos.
Nueva Zelanda. Con un sorbito de champán
Wai-O-Tapu (literalmente agua sagrada) es la atracción geotérmica más colorida del país. Alberga en su interior The Champagne Pool, que debe su nombre a las burbujas de dióxido de carbono que emergen desde las profundidades, y su vibrante naranja, a la interacción de los minerales. No dejes de ver otras maravillas naturales como la mítica Lady Knox Geyser, que puede alcanzar hasta 20 metros de altura (tienes que ser puntual porque la erupción solo se produce una vez al día, exactamente a las 10:15 horas), y The Mud Pool, un volcán de lodo, ya destruido por la erosión. Puedes llegar a Wai-O-Tapu desde Rotorua o Taupo (a 20 y 40 minutos respectivamente). Este paraíso termal abre hasta las 17 horas –la última admisión es a las 15:45 horas– y la entrada para adultos cuesta unos 20 euros. Hazte con un buen calzado y disfruta.
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