Planes para hacer gratis
Escuchar un concierto de música, jugar en un ajedrez gigante, comer chocolate suizo o recorrer la bahía de Nueva York te costará cero euros.
La historia de los domingos
Castillo de Gibralfaro (Málaga).
Parece que el nombre de esta fortaleza viene del fenicio Jbel-Faro (monte del faro), ya que fue este pueblo quien instaló aquí una atalaya para controlar el puerto.
En la actualidad, el Castillo de Gibralfaro es uno de los monumentos más visitados de Málaga, junto a su amiga, la Alcazaba. En el Centro de Interpretación conocerás su truculento pasado –donde no faltan romanos, árabes y hasta los Reyes Católicos– y después, el premio: unas vistas de lujo sobre toda la bahía malagueña. Acceso gratuito: domingos de 14 a 18 h.
Un día en las carreras
Hipódromo de Palermo (Buenos Aires).
Menos internacionales que el tango, pero igual de populares, las carreras de caballos son toda una institución en Buenos Aires y el Hipódromo Argentino de Palermo, uno de sus santuarios. Muchos años después de su inauguración, en 1876, el local es un punto de encuentro para amantes de lo retro y lo diferente. Y de lo gratuito, ya que el acceso al recinto –los boxes, la tribuna Paddock…– es libre y solo hay que pagar 2,50 euros para entrar a la Tribuna Oficial.
Todos los colores del agua
Fuente de Montjuïc (Barcelona).
Además de convertirse en una ventana al exterior, la Exposición Internacional de 1929 trajo a Barcelona un regalo muy especial: una Fuente Mágica diseñada por Carles Buigas que los viernes y sábados, entre las 21 y las 23.30 h,
nos regala varias coreografías gratuitas llenas de color, luz, movimiento, luces y acrobacias.
¡Música, maestro!
The Royal Concertgebouw (Ámsterdam).
Todos los miércoles de septiembre a junio, The Royal Concertgebouw, una de las salas más prestigiosas de conciertos de Ámsterdam organiza los Lunchtime Concerts, es decir, los conciertos del almuerzo –de 12.30 a 13 h–, con música clásica y moderna, y a coste cero.
En busca de la Estatua de la Libertad
Transbordador (Nueva York).
Desmedida, gigante, cosmopolita… ¿Alguna cosa se puede hacer gratis en la capital neoyorquina? Muchas, pero una de las que más te enganchará será acercarte a la Estatua de la Libertad. El ferry con entrada incluida cuesta unos 22 euros, pero aquí te proponemos subir a un transbordador que zarpa todos los días cada media hora del mismo muelle –Battery Park, en el sur de Manhattan– y navega hasta Staten Island. El recorrido, gratuito, te regala unas vistas únicas del puerto de Nueva York, el horizonte de Manhattan y, por supuesto, la Estatua de la Libertad y la Isla de Ellis. Un consejo: desde Battery Park, siéntate cerca de la barandilla de estribor, a la derecha.
Sigue una buena pista
Spikersuppa (Oslo).
En pleno centro de la capital noruega, junto a la avenida Karl Johan, encontrarás Spikersuppa, una gigantesca pista de patinaje abierta todos los días, de 11 a 21 h. Hasta marzo puedes acercarte a estas instalaciones y hacer todo tipo de giros y piruetas sobre el hielo. El acceso es totalmente gratuito y libre y la única restricción es el uso de pucks y sticks (los discos y palos para jugar al hockey). Además, cuentan con un servicio de alquiler y afilado de patines por unos 11 euros.
Sueños de cristal
Murano (Venecia).
Mundialmente conocida por la maestría de sus trabajos en cristal, la isla de Murano es la mayor de Venecia. Nada más llegar, los artesanos te ofrecerán una exhibición con la expectativa de la venta, pero gratuita. Anímate porque ver en directo cómo se fabrica un caballito, una rosa o una telaraña a base de vidrio y la magia que envuelve este material es todo un espectáculo.
Vamos a la granja
Gorgie City Farm (Edimburgo).
Si tus hijos nunca han tocado una vaca y creen que los pollos vienen sin plumas de fábrica, es el momento de ir a una granja. En ésta, un pedacito de campo en medio de Edimburgo, tienen vocación didáctica y no cobran entrada, aunque aceptan donativos.
También hay talleres –de pago, desde 3 euros– para aprender jardinería, agricultura y todo sobre los animales –desde cómo limpiarles hasta la comida favorita de cada uno–. Además, tienes la posibilidad de apadrinar un cordero, un conejo y hasta una rana (desde 12 euros).
La estación fantasma
Chamberí (Madrid).
La primera línea de metro de Madrid, inaugurada en 1919, contó con 8 estaciones, aunque una, Chamberí, se clausuró en 1966. Años después, este espacio se muestra tal cual estaba en aquellos años –con sus azulejos, su publicidad…–, junto con una película explicativa. Abre los viernes (de 11 a 13 h y de 17 a 19 h) y sábados y domingos (de 10 a 14 h) y es gratuito.
¡Qué animal!
Science Museum (Londres).
La capital británica no es especialmente barata pero disfrutar de su extraordinaria oferta cultural no te costará nada: todos los museos nacionales son gratuitos. Y muy interesantes. Si es tu primera vez, no te pierdas el British Museum, la Tate Britain y la National Gallery. Y, si vas con niños, añade el Science Museum y el Natural History.
¿Cuba libre, daiquiri o mojito?
Casa Bacardí (Puerto Rico).
Desde que en 1862 Facundo Bacardí Masso –catalán de nacimiento y cubano de adopción– se propuso crear un ron único han sucedido muchas cosas. Bacardí triunfó y saltó de La Habana a Puerto Rico y de aquí, al mundo. Para saberlo todo de este ron, en su sede de Cantaño (Puerto Rico) organizan tours gratuitos por la destilería, con 2 consumiciones y una masterclass de los 3 tragos clásicos de Bacardí.
Cambio de guardia
Plaza de Sintagma (Atenas).
Cada domingo a las 11 h, los evzones, la guardia presidencial que custodia la tumba del Soldado Anónimo, hacen su tradicional cambio de guardia en una solemne ceremonia, gratuita, que congrega a decenas de turistas.
‘Tanaturismo’
Zentralfriedhof (Viena).
El segundo cementerio más grande de Europa, después del de Hamburgo, incluye secciones católica, ortodoxa, judía y hasta budista. Pero la fama del Zentralfriedhof le viene por sus inquilinos musicales. Aquí verás las tumbas de Beethoven, Brahms, Schubert, Strauss...
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