Encara la avenida Michigan y obtendrás lo mejor de esta gran urbe; es como la Quinta de Nueva York. Te gustarán las tiendas con aires cosmopolitas, los restaurantes con todos lo sabores del mundo, sus edificios –que te obligan a forzar las cervicales– y el puente levadizo sobre el río Chicago. Continúa hasta Millenium Park, el ágora para locales y visitantes. Aquí se encuentra The Art Institute, uno de los mejores museos de arte contemporáneo del mundo. No te pierdas su excelsa colección impresionista.
Si quieres probar el verdadero american taste coincide con el Chicago Hot Dog Fest, del 7 al 9 de agosto, en el parque Lincoln. Ya sabes cuál es el menú principal, siempre acompañado de cervezas nacionales, juegos familiares y música. No creas que ha sido una cuestión de suerte, pues la ciudad celebra 32 festivales gastronómicos en verano, ocho de ellos son este mes, y tampoco está de más que te apuntes el dedicado a la langosta, 15 y 16 de agosto.
Chicago está ganando reputación como una de las capitales cerveceras del mundo y su gusto por el lúpulo artesano se ha convertido en una pasión. Aprende sobre su pasado con Chicago Beer Experience, un recorrido con cata (desde 53 euros) en el que te contarán la historia, desde los inicios en 1800 hasta nuestros días pasando por los tiempos en los que la ciudad se hizo famosa por Al Capone. Para saber más sobre el mafioso solo tienes que reservar el Lincoln Park, blues and gangster tour. Abundarás sobre la historia del blues y también te hablarán de asesinos a sueldo, los años de la Ley Seca y de la masacre que al parecer Capone ordenó en San Valentín del año 1929.
Los que busquen emociones fuertes tienen que subir hasta la planta 103 de Skydeck para asomarse al trazado urbano sobre una superficie de metacrilato.