18 escapadas antiestrés a menos de 50 kilómetros de donde vives que debes probar ya

A 50 kilómetros por carretera desde A Coruña, bordeando la costa atlántica, llegamos a Ferrol, una perfecta escapada para disfrutar de un día en el mar, en la playa de San Xurxo. Los amantes de la historia disfrutarán descubriendo lo que llaman Puerto Ideal de la Ilustración, un conjunto de edificios (astillero, arsenal militar, cuartel, baluarte...) que atestiguan la importancia de la localidad para la Armada española a lo largo del siglo XVIII.

Hospitalet es una enorme ciudad a las afueras de Barcelona, una de las urbes más importantes de España con sus casi 270.000 habitantes, pero muy cerca de ella, a poco más de media hora en coche, se encuentra el precioso Parque Natural del Garraf. Las formas karsticas son características del paisaje, al igual que los palmitos, su planta más reconocible. Puedes explorarlo a través de más de una decena de senderos bien señalizados y de diversa dificultad, que también transcurren por antiguas masías y pequeños pueblos.

Ubicado en el municipio de Arrazua-Ubarrundia, a menos de 15 km de Vitoria, se encuentra el embalse de Ullíbarri-Gamboa, considerada una de las 'playas' de interior para los ciudadanos alaveses, es un punto geográfico indispensable para el recreo y el relax. Deberíamos quitar las comillas simples que hemos usado antes porque en este entorno se encuentran las playas de Landa y Garaio, con zonas de baño, merenderos, espacios infantiles, un albergue en la isla de Zuaza para extender la escapada...

A apenas 40 minutos en barco desde Vigo, se halla uno de los grandes tesoros naturales del país, las islas Cíes. Este precioso archipiélago cuenta con algunas de las playas más reconocidas del mundo, como la conocidísima de Rodas. Playas nudistas, cristalinas, vírgenes, para disfrutar en familia... En definitiva, playas para todos en un espacio protegido con una flora y una fauna increíble.

Cada vez menos desconocido, pero igualmente válido para esta selección de escapadas, es Valldemossa, a apenas 25 km de la capital insular. En plena sierra de Tramuntana se encuentra este encantador pueblecito de calles empedradas conocido por su famosa Cartuja -donde residieron Chopin y su pareja George Sand-, pero también por su paisaje, lleno de encinas, pinos, olivos y algarrobos, que puedes admirar desde sus diversos miradores.

Parece anclada en el tiempo, en el siglo XVII o XVIII, y eso la convierte en uno de los pueblos más espectaculares de la provincia. Montoro se halla a 46 km de Córdoba y es una buena idea para combinar un interesante patrimonio cultural, un trazado urbanistico empedrado y en alto y un entorno de naturaleza sensacional, marcado por la sierra de Cardeña. Si te gusta observar animales, es ideal para ver lobos, linces, nutrias, ciervos, jabalís...

La comarca de La Axarquía enamora, con sus colinas plagadas de olivos, con sus pueblos blancos salpicando el paisaje, con sus productos de calidad (aceite, aguacate, pasas...). Y también se configura en el lugar ideal para desaparecer, aislarse y reflexionar. El Borge, a 37 km de Málaga es precisamente la 'Villa de la Pasa' así que además de probar este fruto puedes recorrer sus estrechas calles de pasado árabe o caminar hasta el paraje de la Fuensanta para probar sus exquisitas aguas.

Cieza, a 44 kilómetros de Murcia, es un destino estupendo para primavera, cuando se produce la floración de los árboles, que llena las tierras de color blanco y rosa. Aunque no es desdeñable en verano, cuando puedes practicar rafting en las aguas del Segura desde el urbanita Jardín del Arenal. Y si quieres hacer otras cosas que quemar energías y contemplar paisajes, no te pierdas su impresionante huella monumental y la magnífica sierra de la Atalaya.

Son solo 15 kilómetros desde la capital palmense, y quizás se cubra en una excursión de un día, pero si quieres desconectar y romper totalmente, visitar la caldera de Bandama es la mejor opción. Es una enorme circunferencia de un kilómetro de diámetro provocada por explosiones de agua subterránea, y visitarla desde el interior supone un auténtico viaje en el tiempo: cuevas, lagares, casas con historia...

¿Que quieres ver arte? Acude al centro Niemeyer. ¿Que lo tuyo es quedarte horas y horas mirando el mar? Sube hasta el faro de la ría. ¿Que tu plan desestresante pasa por hacer un poco de 'running'? Tienes 80.000 metros cuadrados a tu disposición en el parque Ferrera (en la imagen). Avilés, a escasos 50 km de Gijón, es la solución perfecta para desengrasar y para hacer prácticamente de todo. Pssst... ahora en Avilés están de moda las vinotecas, así que podrás aprovechar para saborear ricos caldos.

El de la imagen es Castell de Guadalest, uno de los seis pueblos que conforman el valle del Guadalest, situado a poco más de 60 km de la capital levantina. Este valle es perfecto si quieres practicar barranquismo y quemar estrés, pero también lo es si deseas apuntarte al senderismo 'slow' en senderos como el que bordea el enorme embalse de la comarca. Quizás sea una opción para alejarse del turismo, que en verano aumenta exponencialmente, y dejar para otro momento los paseos por los pueblos de la región.

Las aguas de Caldes de Montbuí ya sedujeron hace siglos a los romanos, que fundaron la terma mejor conservada de la península. Son aguas termales y cálidas, y ya solo por eso es un buen motivo para escaparse a este pueblito a 38 km de Barcelona. Buenos spas y hoteles termales, también instalaciones públicas y además, un buen puñado de restos romanos y un enclave natural de primera.

¿Una de las olas izquierdas más famosas del mundo? Sí, y mucho más. Mundaka, paraíso surfero a 38 km de Bilbao, engancha por sus paisajes, su naturaleza, su entorno y, ¿por qué no? Por su gastronomía. Así que además de coger la tabla y el traje de neopreno, prepárate a conocer la ermita de Santa Catalina, el espacio natural de Urdaibai o incluso seguir la ruta de las lamias, unos seres mitológicos femeninos con aspecto de mujer y pies de ave.

A poco más de 50 km de la capital, se encuentra el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, un espectáculo visual a cuyos pies se encuentra Manzanares el Real. Esta pequeña localidad no solo te sirve de punto de partida para recorrer la Pedriza y bajar el ritmo en los paseos junto al embalse de Santillana, sino que además vale la pena por tesoros como el castillo de los Mendoza, del siglo XV.

Le llaman la “villa del libro” y es que no hay lugar en España como Urueña, a 50 km de Valladolid, para perderse con una novela en las manos. Y todo porque es la localidad española con mayor número de espacios, entre museos y librerías, dedicados al libro. Pero desde este magnífico lugar medieval también puedes perderte entre sus paisajes llenos de colores enmarcados en los montes de los Torozos.

Quien piense que esta provincia carece de espacios verdes, tiene que ir corriendo a la sierra de Algairén, uno de los enclaves naturales más bellos de Aragón. Almonacid de la Sierra, a 56 km de zaragoza, con su coqueto casco antiguo que evoca con claridad su pasado moruno, es el punto de partida perfecto para recorrerla. Y si lo que buscas es un desquite 'gastro', no dejes de almorzar (este verbo se queda corto) en El Mesón de los 20 platos. Sí, ponen 20 platos de comida casera.

Está un pelín más lejos del resto de destinos que proponemos en el reportaje, a 70 km de Valencia, pero Enguera vale la pena los 10 minutos extra de conducción. Esta pequeña localidad es la 'capital' de la bella sierra del mismo nombre y de la Canal de Navarrés, y puedes elegir entre descansar en su casco histórico barroco o dejarte envolver por sus bosques de pinares y encinas y pasear junto a sus cascadas para ganarte luego una exquisita cazuela de arroz al horno.