La cara B de los destinos más típicos
Descubre todo lo que pueden ofrecer.
Algunas de las ciudades de las costas españolas han perdido su encanto con el paso de los años, debido al boom de turistas que han sufrido. Parece que los extranjeros se han apropiado de sus playas y de la noche, pero si sabes buscar todavía es posible disfrutar de su lado más atractivo. Te descubrimos los lugares que mantienen su esencia para que les quites la etiqueta de 'turismo en masa'.
Gandía (Valencia)
En los últimos años, la que fuera 'La playa de Madrid', se ha convertido en una de esas ciudades de veraneo más conocida por su vida nocturna que por su enorme playa. Pero lo cierto es que hay vida más allá de los chupitos y Coco-Loco. Entre su Patrimonio Cultural se encuentra el Palacio Ducal, donde nació el IV Duque de Gandía, una joya arquitectónica del siglo XIII con estancias espectaculares como la Galería Dorada. Además, dentro del recorrido histórico de la ciudad también podemos visitar la Colegiata de Gandía, una iglesia gótica realmente bonita, o los Jardines de la Casa de la Marquesa. Y por supuesto, no puedes dejar de pisar su playa y el precioso puerto.
Magaluf (Mallorca)
Los jóvenes extranjeros que buscan el calor y la fiesta de la isla balear parecían haberse afincado en Magaluf, pero poco a poco la ciudad va recuperando los tintes de lujo que había tenido en su origen. Para una experiencia privilegiada y en la que disfrutar de sus encantos más exclusivos tenemos que empezar por el alojamiento. En los hoteles Sol puedes encontrar la esencia inconfundible de la isla adaptada a cada cliente. Los más jóvenes tienen Sol Wave House, adaptado a las exigencias de los millennials y con piscinas para hacer surf, y para las familias lo ideal es el Sol Katmandu Park & Resort, un auténtico parque temático con todo integrado. Si buscas un ambiente de lujo y chill out, tu hotel es el ME Mallorca. Para vivir la isla cuando salgas, uno de los imprescindibles es Port Adriano, el puerto de referencia en Mallorca. Está diseñado por Philippe Stark, tiene restaurantes y comercios de lujo y está a tan sólo 10 minutos.
Mojácar (Almería)
El paseo marítimo de Mojácar es uno de los más visitados de las costas españolas cada verano, pero lo realmente mágico es el pueblo ubicado en la montaña. Casas encaladas, estrechas calles pintadas de blanco, flores de colores colgadas de los balcones y un ambiente típico andaluz, así es esta idílica villa. A cada paso te encuentras un bonito restaurante o una coqueta tienda de souvenirs indalos, y a la entrada hay un mirador en el que disfrutar de una panorámica increíble con el atardecer. Si te decides a visitarlo no te pierdas su árbol centenario en medio de la Plaza del Ayuntamiento.
Torrevieja (Alicante)
¿Quieres disfrutar de paisajes naturales únicos? Aunque no te lo creas Torrevieja, una de las víctimas del boom turístico, es ideal para hacerlo. Aléjate de las grandes masas en el Parque Natural de las Lagunas, conocidas como Las Salinas. Te enamorarás de sus aguas rosadas y montañas de sal, allí las puestas de sol parecen un filtro de Instagram. También puedes disfrutar de sus calas apartadas como Cala de la Zorra, o de sus playas de arena fina y dunas doradas, mezcladas con verdes palmeras y aguas cristalinas como las de Cala Ferris.
Lloret de Mar (Girona)
En la Costa Brava la ciudad de veraneo con más afluencia turistas es Lloret de Mar, y lo que muchos no saben es que puede ser un destino romántico, incluso bucólico. Los Jardines de Santa Clotilde, antiguamente de propiedad privada están abiertos a todo el mundo en la actualidad. Allí cipreses, cedros y naranjos decoran una pequeña colina al borde del mar, creando un jardín típico del renacimiento italiano. Pasillos de piedra, estanques con flores, esculturas mitológicas le conceden una magia de cuento, y los verdes árboles no impiden ver la preciosa Cala Boadella. También es digna de visitar la Cala del Castell, con vistas a un precioso castillo.
Benidorm (Alicante)
Muchos consideran Benidorm como 'el Nueva York español' debido a la gran cantidad de rascacielos que hay, pero encontrar un remanso de paz es posible y está en el hotel Asia Gardens. En este paraíso el lujo se respira en todas partes y es perfecto para los que necesitan unos días de relax. Sus espectaculares jardines, con más de 3.000 especies traídas desde Asia, y sus piscinas harán creer que estás en Thailandia y alcanzarás el estado zen disfrutando de su exclusivo spa.
La Manga (Murcia)
Es uno de los destinos vacacionales preferidos dentro la Región de Murcia y tras las grandes aglomeraciones no quedan muchas playas dignas de admirar, pero a pesar de que son pocas hay que agradecer que todavía existen. En el Parque Regional Calblanque podemos encontrar unas cuantas, entre nuestras favoritas está la Playa Negrete. Si quieres hacer alguna actividad, un paseo en barco a la Isla Grosa es perfecto para hacer submarinismo. Y dos visitas que deberían ser obligadas son el Puente de la Risa y Las Encañizadas. En estos sitios dirás: ¡Murcia qué hermosa eres!
Torremolinos (Málaga)
En la década de los 50 Torremolinos, que era una pequeña pedanía de pescadores, se convierte en uno de los principales destinos turísticos de sol y playa de España, el primero de Andalucía. Y en los años 60 y 70 se consolidó como meca del turismo de desenfreno. Pero Torremolinos puede ser un destino ideal para encontrar calma si sabes cómo buscarla, porque hay vida más allá de sus playas, que aunque son magníficas en verano están muy pobladas. El Jardín Botánico Molino de Inca es uno de los lugares con más vegetación de todo Málaga, con especies únicas de diversa procedencia, fuentes, estanques y un riachuelo. Si quieres rodearte de vegetación y además vivir una aventura o practicar senderismo, la Cañada del Lobo es perfecta para ti.
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