Destinos si no te gusta el calor
Destinos para escapar de las altas temperaturas.
Estos días de calor extremo los sitios de playa en los que el mercurio alcanza sus cotas más altas suelen ser los más cotizados, pero hay quienes no soportan las altas temperaturas y prefieren buscar destinos más frescos. Si eres de los que prefiere pasear sin agobios durante el día y coger una chaquetita por la noche no te pierdas esta lista con lugares para escaparse en los que la temperatura media ronda los 21ºC.
Vielha
Cuando uno pisa Vielha puede pensar que ha entrado en un mundo de cuento. Las calles de este encantador pueblo, las idílicas casas y el precioso río que lo atraviesa son perfectos para pasar unas encantadoras vacaciones y disfrutar de la naturaleza del Valle de Arán. En esta villa están muy enfocados a los turistas y poseen una gran oferta hotelera, mesones para comidas de altura, ocio y cantidad de actividades para disfrutar del paisaje y vivir experiencias.
San Sebastián
San Sebastián es el destino gastro por excelencia, pero además de los legendarios pintxos y zuritos de la Parte Vieja tiene una belleza natural y arquitectónica que le han hecho merecedora del sobrenombre del 'París del sur'. La famosa Playa de la Concha y sus barandillas, subir al Monte Igueldo en el mítico funicular, caminar hasta la cima de Urgull, observar las obras de Chillida en el Peine del Viento o un café en la terraza del hotel Londres son sólo algunos detalles que te harán enamorarte.
Canfranc
En la provincia de Huesca, justo en la frontera con Francia, se encuentra uno de los pueblos con más encanto de todo el país. El verde es el color por excelencia en el Valle de Canfranc y conviviendo en perfecta armonía con la naturaleza está la imponente Estación Internacional de Canfranc, que fue inaugurada en el año 1928 y declarada Bien de Interés Cultural en el 2002. Pasear por las bucólicas calles del pueblo y sus mercados medievales o practicar senderismo siguiendo sus rutas salvajes es una delicia en la que el calor no entra en juego.
Ribadeo
En la provincia de Lugo, limitando con el Principado de Asturias, este pequeño pueblo del norte y sus paisajes conquista a todo el que se decide a pisarlo. En Ribadeo podemos encontrar un contraste de increíbles paisajes con sitios como la Isla Pancha, con su faro de cuento rodeado del verdor típicamente gallego, y la Playa de las Catedrales, una joya esculpida por la naturaleza que invita a quedarse en silencio y disfrutar del sonido del mar.
Biarritz
Y cruzamos la frontera para conocer una de las ciudades con más prestigio del País Vasco francés, la encantadora Biarritz. Es de esos destinos en el que, por muy dispar que sea el grupo, todos encontraréis algo que hacer. Recorrer sus calles cargadas de historia y de belleza arquitectónica, bajar a la playa y disfrutar del mar, los surferos podrán coger las mejores olas, ir de compras por sus icónicas tiendas o deleitarse con la gastronomía del norte. Todo ello con los grados perfectos para no sofocarse.
El Escorial
Aunque los veranos en la ciudad de Madrid tienen fama de ser insufribles hay una alternativa dentro de la provincia en la que el calor no es una preocupación. En la Sierra de Guadarrama se encuentra la histórica villa de El Escorial, en la que además del Real Monasterio de San Lorenzo, la actividad de sus calles es infinita. Además, los amantes del senderismo y de la naturaleza se enamorarán con excursiones por el monte.
Comillas
Es una de las localidades costeras favoritas para el veraneo familiar y no es de extrañar, pues en Comillas hay planes tanto para los niños como para los mayores. Gracias a la visita del Rey Alfonso XII un verano empezó a llamar la atención de los españoles y empezó a aumentar la oferta turística, pero jamás ha perdido la autenticidad costera que le caracteriza. Además, es una de las localidades españolas en las que más se viven las fiestas del pueblo y la panorámica nocturna desde el mar es majestuosa.
Peratallada
Muchos consideran el Bajo Ampurdán como la Toscana española, y no se equivocan con la comparación. En esta comarca catalana se encuentran algunos de los pueblos más idílicos de nuestro país, de esos en los que la luz del sol juega con las paredes de piedra y crea efectos realmente mágicos. Uno de los más bonitos puede que sea Peratallada con sus casas y calles empedradas que nos trasladan al medievo y flores de colores adornando cada rincón. Sólo caminar por allí habrá merecido la pena.
Jaca
En pleno Pirineo Aragonés tiene un clima envidiable cuando las altas temperaturas dominan en el resto de la península. Con una riqueza cultural impresionante es de esas ciudades en las que siempre hay algo que ver, desde la mítica Ciudadela de Jaca, levantada por Felipe II en 1592, hasta obras civiles de menor importancia pero igualmente sorprendentes. Y como buena localidad de montaña que es no podía faltar la oferta de ocio natural por los Pirineos, todo un lujo para los que buscan aventura a buena temperatura.
Fuenterrabía
Con sólo mirar sus coquetas casas ya se puede averiguar que es un pueblo del País Vasco. Se encuentra ubicado en la desembocadura del río Bidasoa y prácticamente limita con Francia. Tradicionalmente Fuenterrabía ha sido un pueblo pesquero y lugar de veraneo de la alta aristocracia, y por eso al pasear por sus calles se puede apreciar un contraste de mansiones de fachada barroca con preciosas casitas coloridas de pescadores. Como no podía ser de otra manera la cocina es un arte para ellos y no te puedes ir sin pisar la Hermandad de Pescadores, con el producto recién traído de la lonja.
Islas Cíes
Son el mayor tesoro natural de la Ría de Vigo y el diario británico The Guardian calificó la Playa de Rodas como la mejor playa del mundo, que se dice pronto. Los que se deciden a visitar las Islas Cíes lo hacen en busca de paisajes espectaculares y experiencias con la naturaleza que te cambian la vida. Además de pasear por las playas y recorrer las zonas verdes, tiene una actividad bajo el agua que hace que pocos quieran volver a la superficie. Una vez descubras el mundo marino que se esconde en sus costas se convertirá en uno de tus destinos fetiche.
Puigcerdá
Sentarse a la orilla del lago de Puigcerdá en verano a esperar tranquilamente cómo llega el atardecer es uno de los grandes placeres que te puedes regalar en la vida. En esta ciudad de Gerona limita con nuestro vecino del norte y está empapada de su romántica cultura. Los amantes de la montaña y la naturaleza encontrarán un tesoro en esta villa. Es ideal para ir en pareja y tener un recuerdo romántico montado en una barquita de remos sobre su espectacular lago.
La Granja
Otra localidad en el centro de la meseta es La Real Granja de San Ildefonso, a 11 km de la capital segoviana. Es de sobra conocido por el impresionante palacio que preside el pueblo, pero no por eso quiere decir que sea un destino para una visita corta. Las noches en la plaza, la cocina de sus restaurantes, las escapadas a la sierra y los pantanos y el ambiente popular lo convierten en un destino de lo más castizo en el que pasar semanas y que cada día sea diferente.
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