Diez estupendas playas para disfrutar del pre-verano en España

Viajamos hasta Formentera para descubrir una de las mejores playas de España y de Europa, Sas Illetes, que antes del verano está simplemente espectacular. Buena culpa de ello la tiene la Posidonia Oceánica, una especie endogámica del Mediterráneo que se encarga de producir grandes cantidades de oxigeno que da vida a numerosos organismos como algas, esponjas, peces y corales, convirtiéndola en reclamo de los amantes del buceo y el snorkel. Otra forma de descubrirla es en kayak, remando en familia por sus aguas transparentes para descubrir los rincones más secretos.

Lo de Cádiz no tiene parangón, cualquiera de sus playas tiene su encanto, aunque en esta ocasión hemos elegido el Cabo de Trafalgar para pasar unos días. Ahí se encuentra la playa de Zahora (Barbate) y uno de los chiringuitos con más marcha del sur, el Amarna Zahora. De los mismos dueños que el Sajorami Beach, el Amarna se asienta en un antiguo cuartel de la Guardia Civil y propone un recorrido gustativo por la gastronomía más exótica sin olvidar el producto local. Saca tu cámara para retratar la puesta de sol, querrás ponerla de fondo de pantalla en el ordenador de tu trabajo los 365 días del año.

El pre-verano es la mejor época del año para visitar Port Aventura, no hace un calor asfixiante y las atracciones están a tu entera disposición, sin esperar largas colas. Pero no sólo de montañas rusas viven las familias: queremos sol y playa y Salou tiene las mejores. Como la Playa de Ponent, paralela al paseo marítimo Miramar y con múltiples actividades para todas las edades. Si os apetece dar un largo paseo, no os perdáis el Camino de Ronda, la mejor forma de descubrir el Cap Salou desde Pilons hasta Replanells.

El forro polar y el bikini en una misma maleta por obra y gracia de la escapada que nos hacemos a Granada, un ratito a Sierra Nevada a deslizarnos por la nieve que aún queda, otro ratito a darnos un baño de mar en la Playa de La Herradura. Encajada entre la Punta de la Mona al este y el Peñón de Cerro Gordo al oeste, la playa está situada en una zona privilegiada protegida de los vientos de levante y poniente. Muchos se quejan pero al final hasta se les coge cariño a los guijarros. Si vas en domingo, no te pierdas la paella de El Chambao de Joaquin con una ensalada tropical con frutos de la zona.

Los pescadores vascos salen a faenar a primera hora de la mañana mientras tú te acurrucas entre las sábanas del Hotel Saiaz en Guetaria, frente a la playa de Gaztetape. Son muchos los encantos de la población guipuzcoana, como descubrir la historia de una de las agujas más importantes de la moda española, Cristóbal Balenciaga. En su museo encontrarás algunas de sus mejores piezas y los secretos de su taller de Alta Costura. No te pierdas tampoco el núcleo urbano medieval, con sus casas de colores y sus bares de pintxos, y el precioso paseo que te llevará a Zarauz por la orilla del mar.

El skyline de Benidorm es lo más reconocido de la población levantina pero le ha salido un rival en las profundidades: su impresionante fondo marino. La temperatura del agua hace que la inmersión esté garantizada casi todo el año y se puedan descubrir zonas tan interesante como la Cueva del Elefante y la Cueva de los Enanos, ambas situadas a los pies de los acantilados de la sierra, o la Isla Mediana, también conocida como la Isla de los pulpos por el gran número de cefalópodos que pueblan sus fondos. Aunque sin duda el punto más atractivo es la Isla de Benidorm, a tan sólo 2 millas de la costa, con magníficas paredes de coral en la cara este de la isla a 25 metros de profundidad.

Quizás no sea la mejor para el entretiempo pero desde luego es una de las bellas, la Playa de Langre está encajada en un acantilado de 25 metros de alto, rodeadas de praderas en el municipio de Ribamontán al Mar. Las olas atraen a los bañistas más atrevidos y a una buena tribu de surfistas que le dan carácter a este espacio natural único. Si eres de los que prefiere aguas cálidas, te sugerimos que te alojes en La Posada de Langre y te sumerjas en el jacuzzi de su spa.

¿Qué sería del pre-verano sin la canción del pre-verano? Nos vamos hasta la población gerundense de Tossa de Mar para dormir en Casa Granados Boutique Hotel, la antigua propiedad familiar del compositor Enrique Granados con 200 años de historia. Este pequeño hotel con encanto está ubicado en el casco antiguo de Tossa de Mar, un auténtico museo al aire libre entre las murallas de Vila Vella. Y, por supuesto, sus playas y sus calas como la casi desconocida Cala Giveroleta de apenas 55 metros y una anchura de 10 metros. Un escondite único.

Imposible olvidar a las Islas Canarias en nuestro pre-verano. Volamos a la isla de Lanzarote, la más volcánica, y concretamente en su zona más septentrional para visitar Punta Papagayo. Las calas de Playa Mujeres, Playa del Pozo y Playa Puerto Muelas nos esperan con sus arenas marrones oscuro y sus aguas esmeraldas. Para amantes del nudismo, os recomendamos Caleta del Cóngrio, una de las menos frecuentadas y más naturales. Para quedarse a dormir, nada como poner la tienda de campaña en el camping Papagayo, gestionado por el Ayuntamiento de Yaiza y con todo tipo de infraestructuras.

Tito, Bea, Javi, Pancho... monta tu propio grupo, alquila unas bicicletas y bájate a Nerja a disfrutar de este pre-verano azul en el pueblo de Chanquete. La playa de Burriana es el lugar de encuentro de los viajeros, sobre todo gracias al Chiringuito de Ayo y sus increíbles arroces marineros. Vuelta y vuelta en la hamaca y luego excursión a la llamada Catedral natural de la Costa del Sol: de las cuevas de Nerja no te moverán.