Existe una leyenda urbana en las 'Fashion Weeks' por la que todo aquel que acuda a dicho evento deberá cambiarse de ropa numerosas veces en un mismo día. Para la mayoría de periodistas, compradores y asistentes, se trata de un mito ficticio -primero, porque el horario sobrecargado no lo permite- pero, de alguna manera, Olivia Palermo se las apañó ayer para lucir cuatro looks diferentes, todos ellos ideales a partes iguales. ¿Qué podemos decir? La 'influencer' y estrella del 'street style' consigue que su estilo astutamente cuidado parezca fácil y ejemplo de lo 'efortless'.
Olivia comenzó en el desfile de Preen a las 11:00 horas, luciendo un 'wrap dress' en tono coral con detalles florales y volantes, resultado de la última colaboración de la firma con LK Bennett. Para no fallar, la 'it girl' lo combinó con un par de botines básicos.
A continuación, acudió al desfile de Roland Mouret a las 12:00 horas en el Teatro Nacional. Para la ocasión, escogió un jersey marrón con una falda midi a rayas y botines negros (sí, los mismos que lució en Preen).
Más tarde, Olivia nos regaló su 'outfit' número tres, cuando se dejó ver en la presentación de Malone Souliers. Con asombrosa rapidez, se cambió a otro jersey (esta vez en tono camel) y lo combinó con una falda midi a cuadros, acompañado por unos zapatos metálicos. En esta ocasión, el look le duró un poco más, ya que la vimos de esta misma guisa en los desfiles de Topshop Unique y Peter Pilotto.
Como colofón a un día de metamorfosis estilística, Palermo confió en las lentejuelas para su look de noche. Acudió al desfile de Emporio Armani con vaqueros negros, top de seda con detalle de choker y una chaqueta de lentejuelas. Unos botines negros (distintos a los de la mañana) remataban el look.
Olivia, ¡queremos ser como tú!
