Con voz algo ronca, atento a mil detalles (su mesa de costura, su ayudante, sus llamadas, su pelo...) y algo hiperactivo, así me recibe Roberto Diz. Siento nada más entrar que estoy interrumpiendo groseramente a un 'genios at work' , pero su sonrisa y recibimiento pronto hacen que me sienta relajada y alejo todo posible prejuicio sobre 'divo creativo' de mi mente. Eso sí, Roberto tiene las cosas muy claras; auténtico, pasional, lleno de energía. El diseñador rebelde con un punto canalla (del que, menos mal, aún quedan restos) ha sabido sofisticar su estilo hasta un refinamiento muy muy cool, nada cursi y tremendamente elegante.

"Todas las invitadas con estilo van de Roberto Diz" fue la conclusión a la que llegamos en un brainstorming de la redacción, y con esta premisa me puse rumbo a mi tierra para entrevistar al hombre por cuyos diseños suspiran todas las 'niñas bien' del sur de España, y ahora también las de mucho más lejos...

¿Qué hace un gallego en Sevilla vistiendo a la crême de la crême?

Pues estoy aquí por amor, uno no se cruza España entera por otros motivos. Mi familia siempre ha tenido conexión con Jerez de la Frontera y allí yo tenía relación con todas estas chicas; las Domecq, las Osborne... todas ellas jerezanas. Me fuí a Londres a estudiar y a la vuelta...

¿Estudiaste moda?

Sí, y estuve trabajando con varios zapateros italianos.

Te has formado académicamente pero... ¿tienes esa historia detrás del chico autodidácta que desde pequeño siente la vocación?

Sí, por supuesto. A los seis años diseñé mi primera colección. Y desde entonces no he parado; he hecho fotografía, he sido cocinero y he hecho prácticamente de todo en la vida... pero siempre con la idea de acabar creando vestidos, que es lo que me interesa.

¿Y la experiencia con Elio Berhanyer?

Pasé por ahí después de desfilar en Cibeles, cuando ocurrió aquella movida... –se refiere a su colección censurada por la entonces directora de MBFWM, Cuca Solana–.

¿Te interesaría volver a desfilar?

Realmente lo que me interesa es el prêt-a-porter, además de la costura y las novias. Ahora mismo hacemos pequeñas colecciones de unas 10 piezas, para vender fuera a las cataríes y las árabes. Se pueden comprar en nuestras tiendas de aquí pero previamente presentamos allí. Aunque hagamos pases en Madrid, nuestra compradora potencial está fuera, donde la costura y el demi-couture funciona mejor. Además hacemos colecciones muy limitadas, en número y en tallaje.

Entonces, ¿la clienta de Roberto Diz tiene que ser necesariamente alta y delgada? Si pienso en tus musas, automáticamente visualizo a Inés Domecq...

Sí, pero Inés Domecq hay una en el mundo... y no es la más guapa ni la más delgada pero tiene algo que otros no tienen y eso es lo que a mí me interesa. Sabes que hay gente que tiene ese algo especial y ella lo tiene...

La gente cree que sólo visto a un tipo de mujer, pero realmente tengo clientas de todas las tallas, colores y edades. Últimamente he tenido muchísimas novias de tallas grandes y me encanta vestirlas. Me encanta vestirlas a todas.

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Y cuéntame, ¿cómo es el proceso cuando una novia acude a ti? ¿Se deja aconsejar o viene con unas ideas marcadas?

Siempre empiezo por una pequeña entrevista, y soy siempre yo. Me interesa más cómo se sienta, el maquillaje que trae, cómo me habla... más que si quiere el escote en pico o redondo. Lo que no quiero es que acaben disfrazadas. Creo que las novias están muy contaminadas, hay mucha información y yo les digo: "entre mi visita y la próxima cita, no veas blogs, no veas nada". Y, sobre todo, le pregunto a qué es a lo que no está dispuesta, más que lo que quiere. Pero en general, la novia que viene a nosotros, se deja guiar.

¿Te has encontrado copias de tus diseños de novia?

Sí, nosotros abrimos tendencias en muchos aspectos. Tenemos rasgos muy marcados que ya hemos dejado de hacer, por ejemplo, los apliques de oro y plata en los vestidos porque desde aquel modelo de Mercedes Peralta... o lo mismo ocurrió con la pamela de Isabel Muñoz Rojas que ahora todo el mundo quiere .. Sin querer sonar presuntuoso, siempre hemos marcado un poco la tendencia aquí.

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Aunque sé que vas por libre respecto a las tendencias, ¿puedes adelantarnos que veremos en el mundo novias?

Justo a final de mes presentamos colección, tanto de novias como de costura y pienso 'desestructurar' un poco todo, lo nuevo es totalmente fluido, fácil de llevar y ligero. Necesito romper con lo que hemos hecho hasta ahora.

"No es que yo tenga un toque canalla, es que me interesa la gente que ha vivido. La gente que no ha vivido no es elegante, es imposible."

Pero no te imagino con una línea etérea ni demasiado fluida...

No no, cursi no. Porque además a mí me gustan las mujeres con mayúsculas, con formas, con pecho...

Eso es una buena noticia para las que no tenemos una talla 34

Claro, a mi cada día me gustan las mujeres más mujeres. Me gusta como sois, como oléis, las formas, que seáis locas, seguras....

Ese toque canalla lo mantienes ¿no?

No es que yo tenga un toque canalla, es que me interesa la gente que ha vivido. La gente que no ha vivido no es elegante, es imposible. Para saber cómo es el salado tienes que probar el dulce, para tener estilo, tienes que saber dejarte llevar y ponerte un chándal en un momento dado. No me gusta la gente cuadriculada, la perfección no existe, la perfección es un aburrimiento...

"Para llevar mis vestidos más que un cuerpo, hace falta una actitud."

Y volviendo a esas novias fluidas...

Sí, necesito cambiar un poco todo lo que hemos hecho hasta ahora. Porque, además, la gente piensa que nuestros vestidos necesitan ayuda de cámara para llevarse. Siempre pienso que la persona que va incómoda va fea, por eso a mi me prima la comodidad. Si me gusta la gente 'tan loca' no las voy a condicionar para que estén quietas como palos. Uso mucho neopreno, tejidos que, aunque crean volumen, permiten el movimiento. No me gusta hacer disfraces. Para llevar mis vestidos más que un cuerpo, hace falta una actitud.

Y en cuestión de invitadas, ¿también vamos a ver fluidez?

Sí, lo que si vas a ver son colores muy extraños para lo que a la gente le gusta. También en Sevilla he aprendido que la que viene pidiendo un vestido coral, acaba yéndose con uno azul marino. Vas a ver prendas en las que caben más tipos de mujeres.

Para que una invitada o novia acierte... ¿crees que todo es potencialmente ponible o hay ciertas normas?

Todo, absolutamente todo es ponible. Puedes ir de negro, de blanco... ¿sabes cómo debe ir una amiga a la boda de su amiga? Debe ir perfecta y si te favorece el blanco, vas de blanco. Yo soy muy moderno en este sentido y los protocolos están para romperlos. Los protocolos están para las grandes reuniones de la vida política pero no para la vida diaria.

Y hablando de esas altas esferas... ¿te gustaría vestir a Letizia?

Sí, claro, me encantaría.

¿Y alguien de Hollywood?

Vestir a Penélope Cruz sería un sueño.

Además de tus musas, ¿qué diseñadores te inspiran?

Pues todos los que están muertos; Yves Saint Laurent, Dior, Balenciaga... y de los que están vivos, tampoco te lo diría por no hacerle mucha publicidad, jajajaja.

¿Stephane Rolland? Me recuerda un poco a tu estilo.

Sí, Stephane Rolland me gusta mucho pero si te digo la verdad, del que más bebo es de Armani. Sobre todo por el tema de la calidad, yo ya estoy más a favor de la calidad y menos cantidad. Y por la atemporalidad.

¿Cómo llevas el ritmo actual de presentación de colecciones?

Bien, presentamos dos veces al año y llevo un ritmo muy tranquilo. Y no voy a llevar otro, nunca me ha interesado vender mucho, sino vender bien.

¿Cuál sería tu máximo éxito?

Tener un punto de venta propio en París, más que desfilar allí. Porque realmente no quiero, ni necesito alimentar mi ego, lo que quiero es poder vivir de lo que hago.

¿Te ves toda la vida aquí?

No, ni en Sevilla ni en mi trabajo estaré siempre.

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Y luego, ¿una vida retirada en el campo?

Sí, retirado sí, no me gusta estar en el centro de la vorágine, aunque en el campo... yo soy muy urbano. Me veo más viviendo en cualquier ciudad europea. No quiero tener grandes cosas, no necesito un avión privado...me interesa más hacer lo que me gusta y estar en paz.

Por último, mañana tengo una boda y estoy embarazada, ¿algún consejo?

Pero ¡si estás monísima! Apriétate, siempre queda mejor...

Después de hablar con él, si hay algo que tengo claro es que las invitadas con carácter, serán eligiendo a Roberto Diz y que, con un poco de actitud, todo puede llevarse... Y para muestra, aquí os dejamos algunos de sus vestidos más espectaculares.