En verano tendemos a abandonar ciertas rutinas diarias, incluidas las de belleza. El pelo se estropea, se seca, está más frágil y quebradizo y las puntas terminan completamente abiertas. La piel, por otro lado, se deshidrata y se resiente por la radiación solar. Te aconsejamos para que tu piel y cabello vuelvan a ser lo que eran antes de verano.

- Cara: el primer tratamiento facial que debe hacerse es una limpieza en profundidad para eliminar las células muertas, oxigenar la piel y favorecer la renovación celular. Luego, hidratar la cara con un producto ultra - hidratante o con un sérum que contenga vitamina C e incluir un tratamiento antimanchas para prevenir o despigmentar lesiones solares. Si te has quemado, regenera tu piel y alíviala aplicando durante quince noches antes de tu crema habitual gel puro de aloe vera. Usar una mascarilla hidratante un vez por semana o dos, dependiendo la sequedad de tu piel, la nutrirá y devolverá la luminosidad perdida.

- Cuerpo: es conveniente ir a un centro para realizarse una exfoliación corporal completa o un peeling. Si no quieres, puedes hacerlo en casa, pero intenta elegir un exfoliante con aceites esenciales o ingredientes hidrantes. Recuerda que la piel puede estar resentida por la exposición solar. Muy importante: no frotes. Completa el cuidado utilizando alguna crema corporal rica en ácidos grasos, recuperará tu piel en tiempo récord.

- Pelo: corta, corta y corta. No nos referimos a un cambio drástico, pero sí a eliminar los últimos dos o tres centímetros de las puntas. Lo ideal es repetir este proceso cada tres o cuatro meses, ayudarás a conservar una melena cuidada. Los tratamientos que utilices después de verano deben ser nutritivos y reparadores. Los sprays sin aclarado post-solares combinado con algún aceite hidratante antes de la ducha son una buena aleación para devolver tu pelo a la vida.