Las fajas están intentando hacerse un hueco de nuevo en nuestro cajón de la ropa interior. Aunque esta prenda nos puede recordar a nuestra abuela, está en el punto de mira de muchas celebrities. Penélope Cruz, Eva Longoria o Beyoncé no pueden vivir sin ellas. En la alfombra roja no posarían tan perfectas sin este pequeño secreto.

Todo comenzó de la mano de Sara Blakely. Esta diseñadora creó su primera faja cortando los pies de unas medias. Poco a poco perfeccionó esta idea, creó su propia firma y ahora ha conseguido que otras casas de lencería se replanteen sus diseños y saquen líneas especiales para reafirmar y comprimir.

Pero, ¿en qué momento puede una mujer normal necesitar este tipo de prenda? Por ejemplo, en ocasiones tan especiales como una boda en la que quieres lucir estupenda y encontrar el vestido perfecto es un suplicio.

Una fiesta importante o una cita romántica también son momentos clave para ponerte tu faja, pero también puedes incluirla en tu día a día. Si tienes un vestido ajustado que no terminas de verte puesto o unos pantalones que te marcan todo, confía en esta prenda.

Y si piensas que no son sexys, puedes quitarte esta idea de la cabeza viendo los numerosos diseños de firmas como Triumph. De encaje, de colores sensuales, con bordados o transparencias. Hay un modelo para cada ocasión y para cada tipo de mujer:

- Con forma de vestido para poder moldear tu cuerpo y resaltar tu escote.
- Tipo body para lucir con un vestido o un top sin tirantes.
- En forma de falda tubo para tus faldas o vestidos más ajustados.
- Especiales para resaltar la cintura.
- Mallas reductoras para presumir de piernas y glúteos con pantalones skinny.

Ahora sólo queda que le pierdas el miedo y te sumerjas en el mundo de la faja. Y no tengas miedo de comentarlo.