Qué es. Es un procedimiento por el cual se elimina el vello mediante luz. La clave de la fotodepilación es quemar el folículo piloso para que el vello no salga, y funciona mejor en el vello muy oscuro y pieles claras.

¿Qué tipos hay? Se utilizan dos tipos de sistemas, el de luz pulsada intensa (IPL) o la de láser. En la IPL, se emite una luz mixta a diversas longitudes de onda, para que el tratamiento vaya personalizado a cada tipo de piel. La láser es un proceso médico que no se puede hacer en casa, sino que tiene que ser realizada por expertos, que elegirán uno de los tres métodos (láser tipo diodo, rubí o alejandrita).

¿Qué ventajas tienen ambas? Ambas utilizan la luz como método para eliminar el vello, emitiendo un haz que es absorbido por la melanina de cada pelo y que lo debilita a través del calor que desprende. La técnica del láser emite luz a una única longitud de onda (un solo color) y en línea recta, lo que la hace más precisa pero también más dolorosa y menos apta para las pieles más oscuras. La luz pulsada, sin embargo, emite luz a varias longitudes de onda que circulan por la superficie cutánea y en todas direcciones, siendo menos precisa pero también más adaptable a todos los tipos de piel y de vello. Su resultados son duraderos y puedes exponerte después al sol.

¿Es peligroso? Debes probar cualquier producto sobre tu piel con precaución. Los sensores de los sistemas de fotodepilación casera verifican si el estado de tu dermis es el correcto para ser rasurada. Recuerda que todos estos dispositivos, al no ser tan intensos y directos como los que se hacen en una cabina, traen menos riesgos (y también tardarás más tiempo en notar los efectos). Además, hay máquinas que no admiten su uso en el vello del rostro; lee bien antes de adquirir una que no puedas ir. Asimismo, si tienes lesiones o heridas en la piel, o si estás tomando medicamentos que reaccionan a la piel, deberás pedir consejo médico.