Aunque siempre será recordado por haber diseñado el vestido de novia de la Reina Letizia, Pertegaz creó un modelo de "mujer Pertegaz" en la alta sociedad española de los años 50 y 60. Sus diseños eran sofisticados sin grandes estridencias pero tenían un toque de modernidad que ha mantenido durante toda su carrera. "A mí nunca me ha gustado la mujer prepotente ni de curvas acentuadas. Eso se puede acentuar, se puede hacer resaltar. En cambio yo iba a lo que sentía hacia la mujer. Lo que han llamado la mujer cisne. Quería que fueran juncos", explicaba él mismo en el documental "Manuel Pertegaz, el hombre que vistió a los cisnes". Ese tipo de mujer estilizada, discreta y delgada fue su ideal para que el diseñaba, como Audrey Hepburn, su favorita, aunque también diseñó por ejemplo para Ava Gardner.
Nació en un pueblo de Teruel en 1918, Olba, pero vivió casi toda su vida en Barcelona. Él mismo reconocía que fue el ver a su madre cosiendo lo que le hizo dedicarse a la costura. Con influencias de Balenciaga, creó su propia marca en la posguerra española donde consiguió dar a las mujeres una imagen de sofisticación e internacionalización y discreción, en los últimos años de la dictadura franquista, convirtiéndose en uno de los diseñadores estrella lo que fue una bendición y también una cruz durante toda su carrera.
"Diseñar es esculpir", decía el diseñador que será recordado por una obra minuciosa, de calidad y que supo entender a las mujeres de su época.
El vestido de la Reina Letizia diseñado por Pertegaz.
