Siguiendo el estilo minimalista de las tiendas Zara, el nuevo espacio es mucho más más diáfano de lo habitual, y repleto de elementos arquitectónicos. El interior de la tienda tiene una estructura de cristal independiente en forma de cubo y se han empleado paneles de vidrio de 5 metros y medio de altura.

La arquitecta Elsa Urquijo, que fue la encargada de diseñar la tienda de Zara en Nueva York, ha sido quien ha reformado de la fachada protegida de este edificio propiedad de Amancio Ortega. El interior cuenta con 5.000 metros cuadrados construidos, de los que 2.415 se destinan a superficie comercial. De estos, 1.500 son para el público femenino (plantas baja, primera y segunda) 485 para el masculino (tercera planta) y 400 metros para la seccion infantil (Planta primera). Dentro se pueden encontrar todas las colecciones de Zara.

La última planta, la quinta, la más espectacular, alberga el Showroom, un espacio para los profesionales de la prensa.

La reforma, que ha durado 14 meses, partió con varias premisas, equilibrar la fachada con el espíritu minimalista de la firma, mantener la concepción original del edificio de principios del siglo XX y ser ecoefeciente. De hecho cuenta con aparcamiento de bicicletas para empleados y clientes y las bolsas de compra son oxo-biodegradables.
 

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