Como cada año desde 1995, todos estamos impacientes por conocer cada una de las sorpresas que tiene guardado bajo la manga el desfile de Victoria's Secret. Hasta el momento sólo hemos confirmado que China (más concretamente Shangái) será el lugar elegido para el despliegue de ángeles de 2017, pero ahora que el cásting ha abierto sus puertas una nueva luz aparece en el horizonte. Por segunda vez, la española Blanca Padilla nos representará en el espectáculo más sensual jamás visto sobre la pasarela.
Frente a esta oportunidad de poder recuperar de nuevo la estela de su debut en aquellas tablas londinenses de 2014, Blanca no ha podido hacer más que alzar la voz vía Instagram para manifestar su agradecimiento y comunicar la buena nueva. Al mismo tiempo, la maniquí demuestra estar completamente preparada para volver a cargar esas alas sobre sus hombros, tal y como revelan unas motivadoras palabras que sólo son reflejo de lo mucho aprendido con cada experiencia.
"Lleva tiempo entender qué gran herramienta es el fracaso. Una vez que consigues eso, todo se vuelve mucho más bello en cualquier área de tu vida. ¡Llevo un gran camino de aprendizaje! Pero sólo quería que este proceso fuera sólo una parte de lo que realmente soy, por ello establezco esa meta", comenzaba Blanca en esta inspiradora publicación.
"Preparé no sólo mi cuerpo, sino también mi mente para vivir los días previos y durante el cásting desde otra perspectiva. Tuve mis momentos de nervios (por supuesto), pero me permití sentir toda la emoción real que conlleva y con muchas menos inseguridades", continúa la madrileña dándonos a todos una buena lección sobre cómo hacer frente a las cosas, sobreponiéndonos a los acontecimientos para poder disfrutar al detalle cada experiencia.
"No fue tan fácil porque soy muy sensible ¡y cuando entras ahí tu plan perfecto se desmorona!", dice Blanca mostrándonos su lado más humano. "Recuerdo cómo mis piernas temblaban cuando caminaba en mi primer cásting de VS. Pero quería salir de aquella habitación sabiendo que había dado todo lo que podía, sabiendo que sería capaz de encontrar la paz en cualquier tipo de respuesta. Y me fui, con lágrimas en mis ojos ¡pero de alegría! ¡Qué gran experiencia!", sigue, rememorando la última (y primera vez) que desplegó sus alas.
A continuación, la maniquí traduce todos estos recuerdos, tropiezos y propias experiencias en auténticas sabidurías que, sin duda, sus seguidores tomarán como ejemplos de vida: "Quise esto, SÍ, pero trabajé para ello y estoy orgullosa de mí misma por conseguirlo. Y por cómo lo hice. ¿Por qué tenemos tanto miedo de estar orgullosos de nosotros mismos? Celébralo. Celebra tu progreso", dice.
"Todo lo que quiero decir con esto es que trates de dar la vuelta a los fracasos, porque nos enseñan. Trabaja tu amor propio y no lo dejes. Hoy en día tratamos de amarnos a nosotros mismos pero no nos detenemos a trabajar en ello. La autenticidad es algo que nunca dejará de brillar. Y quien quiera que lea esto, aquí hay un mensaje para ti sobre algo que realmente creo: eres increíblemente valioso, tienes mucho que dar a ti mismo y a los demás. Cada uno de vosotros. No te rindas. Date cuenta de tu poder", termina Padilla.
Por último, no se olvida de dar las gracias a todos los que confiaron y creyeron en ella, algo que ha hecho posible que siga manteniéndose como el octavo (y último) ángel español en pisar la reina de las pasarelas lenceras: "Gracias por la oportunidad de pasar de nuevo por la pasarela de Victoria's Secret, y por las dos anteriores, y ser capaz de aprender a lo largo del camino. Y gracias por la increíble experiencia que está por venir. Puedo anunciar oficialmente que desfilaré en el próximo show de Victoria's Secret otra vez. No sé cómo expresar lo agradecida que estoy. También gracias a todos los involucrados en mi progreso y mi vida..Sabéis quiénes sois, me siento increíblemente afortunada. Gracias España".
En tan sólo unos meses casi 50 modelos volverán a surcar la pasarela cargadas de sensualidad y estilo, pero esta vez, haciendo posible que Blanca Padilla sea la única española en convertirse en ángel por segunda vez.
