Tal y como informa 'Le Point', el diseñador ha fallecido a los 77 años. Este genio tunecino pasará a los libros de la moda como un creador que seguía la estela de su propio ritmo sin seguir los que marcaba la industria. Alaïa era clásico, elegante y sus colecciones mostraban esa capacidad para mostrar cortes impecables que impregnaban toda su personalidad y que han sido referencia durante años.

Sus comienzos empezaron en una escuela de Bellas Artes en Túnez, después de aquello trabajó como modista un tiempo pero finalmente a finales de los años cincuenta se afincó en París, un lugar clave que le dio la oportunidad de formar parte del taller de Christian Dior y empaparse de toda su esencia.

Guy Laroche, Thierry Mugler... Pasó por varias casas de moda hasta que pudo, el 1970, abrir su propio 'atelier'. Entre sus clientas más famosas, se encontraba Greta Garbo, pero no fue la única: Marie-Hélène de Rothschild y Louise Lévêque de Vilmorin cayeron rendidas ante sus diseños.

Smile, pinterest

En 1980 produjo su primera colección prêt-à-porter, y en se mismo año, el diseñador se trasladó a locales más grandes en París y en 1988 Alaïa había abierto boutiques en Beverly Hills y Nueva York, y pronto fue apodado como el 'The King of Cling" por todo el mundo, sobre todo las revistas y los periódicos de aquella época.

En los 90' decidió retirarse del mundo de la moda por problemas personales pero seguía atendiendo a sus clientas más apreciadas de manera privada. No fue hasta los 2000 cuando volvió al campo de juego firmando un acuerdo con el Grupo Prada, más tarde recompró su marca.

Hoy nos deja un vacío grande, hasta siempre, Alaïa.