A pesar de que adoramos con todo nuestro corazón ese suspiro que da nuestra tarjeta de crédito al comprar en una de esas grandes franquicias ultra económicas que practican aquellos del 'fast fashion', un halo de conciencia ha caído sobre todos nosotros. Cada vez prestamos más atención a los materiales que componen la ropa que lucimos día a día, cómo y dónde está fabricada y, sobre todo, el impacto medioambiental y las condiciones laborales de quién la produce. Hemos dejado de mirar tanto la etiqueta para comprometernos más con el mundo que nos rodea.

Pero estos mismos principios parecen también haber calado hondo, incluso, en muchas de estas firmas. Tal y como informa WWD, un total de 64 reconocidas marcas del mundo de la moda, entre las que se encuentran nuestras queridas Zara o H&M, se han comprometido a producir de forma más sostenible y aumentar el uso de textiles reciclados para el año 2020, con el fin de proteger el medio ambiente.

Esta iniciativa, que pretende dar una vuelta de tuerca al panorama del consumo de moda actual, es solo un paso más de la Global Fashion Agenda (GFA) hacia un universo en el que moda y medio ambiente vayan de la mano. Con ella, se pretende hacer a las firmas conscientes en la fabricación de sus colecciones, provocando que éstas se fijen una serie de objetivos individuales, como la reutilización o el uso de textiles reciclados, que les lleven a crear prendas y accesorios beneficiosos para el medio ambiente.

"Ahora hemos revisado los 143 objetivos, y aunque las áreas de enfoque y los niveles de participación varían de una compañía a otra, todos comparten una característica común al tomar medidas para la transición a una industria circular de la moda", afirma Eva Krause, directora ejecutiva de GFA.

De esta forma, por ejemplo, Ganni, como ya hace Mango, colocará contenedores de reciclaje de prendas, o Adidas aumentará su colección de ropa usada. Por su parte, el equipo de Asos comenzará a trabajar con tejidos sostenibles y se deshará de cualquier material no reciclable.

A pesar de que es un compromiso para dentro de dos años, las firmas tendrá que demostrar que se han puesto manos a la obra este mismo mayo, presentando un informe que haga comprobar a sus seguidores sus progresos en lo que podría llegar a convertirse en una nueva corriente del 'slow fashion'.

Pero estos no han sido los primeros en firmar por un futuro mejor. Ya Kering (el grupo de Saint Laurent, Balenciaga o Stella McCartney) apostase por el reciclaje de materias primas en la moda de lujo, o firmas como Gucci renunciase a las pieles en sus nuevas colecciones.