Aunque tu pareja y tú seáis los grandes protagonistas, está claro que en vuestra boda podéis dar cabida a algún detalle o momento especial en el que deis las gracias a las personas que han estado ahí siempre: padres, abuelos, hermanos y vuestros mejores amigos.

Por ejemplo, puedes hacer que tus parientes y amigos participen también en la ceremonia. Si es civil, puedes invitarles a leer algunas palabras hablando de vosotros, escritos entre los que mejor os conocen, o ese texto que ha sido tu favorito durante tantos años. Si es religiosa, anímales a que lean alguna de las lecturas, las peticiones, las acciones de gracias o, incluso, el texto introductorio o uno como conclusión de la eucaristía -todo ello, consensuado con el sacerdote-.

Otra manera de hacerles partícipes es convertirles en testigos de la ceremonia. Elige a las personas más importantes: esos hermanos cómplices con la pareja, la abuela que sabía vuestra relación desde el principio o los amigos con los que siempre os vais de viaje. Todos aquellos que siempre vayan a recordar aquel día junto a vosotros.

Madre no hay más que una y, como tal, es posible que haya sido clave en la organización de la boda. Dale las gracias dándole un ramo de flores durante la celebración o, si te da un poco de apuro, envíaselo a su casa cuando estéis de luna de miel con una tarjeta de agradecimiento. A tu madre... ¡y a tu suegra!

Si vas a llevar damas de honor, tendrán que ser tus mejores amigas. Además de estar a tu lado en el altar, también deberían acompañarte durante todo el día de tu boda, mientras te peinas, maquillas, vistes... Así que sorpréndelas con un detalle distinto al del resto de invitados. Por ejemplo, haz 'copias' pequeñas de tu ramo de novia, selecciona una joya para que todas llevéis la misma o dales copias de una foto divertida que os hagáis todas juntas..

Los más pequeños de la familia pueden cobrar especial protagonismo como pajes y damitas de honor, llevando las arras y/o los anillos, lanzando los pétalos sobre la alfombra roja mientras caminas hacia el altar o, si son mayorcitos, leyendo también algún texto divertido durante el enlace.

Por último, si entre tus invitados figura alguna embarazada, agradécele el esfuerzo de su asistencia con una cesta de nacimiento, una pequeña cigüeña de cerámica o unas galletas con motivos de bebés.