Hay veces que las novias llegan a las bodas 'peleando' con sus vestidos para ver cuál luce más blanco. O invitadas que no consiguen brillar plenamente porque su tono de piel (ya sea por exceso o defecto de color) desluce o quita protagonismo a su 'outfit'.

Un buen color de piel nos favorece a todos, pero el hecho de estar en verano no siempre facilita la tarea de llegar bronceada al día D. Si eres la novia, quizás lo has descuidado demasiado; si eres la invitada... ¿recordabas que la boda era este fin de semana? Estas son solo algunas soluciones al problema, que puedes aplicar según cuánto tiempo te quede hasta el enlace.

De escapada a la playa o la montaña: es la opción perfecta si dispones de tiempo y dinero. Además de relajarte antes de la boda, conseguirás un color más bonito y natural. Recuerda exponerte al sol fuera de las horas centrales del día, usar una crema con una SPF mínima de 30, aplicarte aftersun y mantenerte hidratada.

Rayos UVA: una opción exprés cuyas sesiones dependerán de cuán morena tengas la piel; si la tienes muy blanca, necesitarás 15 citas, aproximadamente. Calcula cuánto tiempo te queda hasta la boda pero confía en los expertos para no sobreexponerte.

Cremas autobronceadoras: es una de las soluciones más adecuadas si tienes unos días; los necesarios al menos para elegir el más apropiado, preparar la piel y aplicártelas en la rutina de belleza diaria. Recuerda escoger una para rostro y cuello y otra para el cuerpo, si no quieres ir bicolor.

Aerógrafo broceador: una idea perfecta si te ha pillado el toro. En 20 minutos conseguirás un color bonito que te durará entre cuatro y cinco días, según tu piel.