¿Te casas este año? ¡Enhorabuena! Aprovecha que estás en el mes de los propósitos para anotarte estos diez mandamientos que te proponemos para organizarte bien de cara al día de tu boda.

Vivir los preparativos. En principio, solo te casarás una vez, así que tienes que disfrutar a tope todos los momentos, incluidos los preparativos. Son muchas cosas, pero muy divertidas.

Delegar. No quieras encargarte tú de todos los detalles del enlace. Comparte al máximo con tu pareja, pide ayuda a amigos o familiares y si lo necesitas, no dudes en contratar un 'wedding planner'.

Ser sincera siempre. Debes ser honesta para que todo sea perfecto ese día. Si no te gusta algo del vestido, dilo. Si un plato del menú no tiene el toque que esperabas, coméntalo. Si quieres que el maître atienda de una manera concreta, házselo saber. No vas a gustar a todo el mundo, pero por lo menos, ¡gústate a ti!

No dejar que nadie os moleste. Tiene relación con el punto anterior: es la boda de ti y de tu pareja, de nadie más. Escucha los consejos de familias y amigos, pero recordad que la última palabra la tendréis vosotros siempre.

Ir al día. Como hay tantas cosas que organizar, intenta que no te pille el toro. Planifica bien con ayuda de una agenda o un calendario las visitas, las reuniones, las citas que debes pedir, las fechas de reserva... con su correspondiente información, teléfonos y mails. Será todo más sencillo.

Tomarse tiempo. No hay nada peor que tomar malas decisiones porque vas presionada y apresurada. Recuerda que necesitarás, por ejemplo, un mínimo de 5-6 meses para tener tu vestido ideal y unos 3 meses para que salgan a la luz los efectos de tu dieta y de tu rutina física para ponerte en forma.

Pensar una 'playlist'. Aunque hayáis contratado un DJ y le deis cierta libertad para escoger los temas, piensa qué canciones te gustaría que sonaran en tu boda y si las quieres en un momento concreto y coméntaselo. No hay nada más triste que una fiesta con tus amigos con canciones que no conoces, que ni te van ni te vienen.

Permitir que algo no salga bien. No seas súper exigente y reconoce que no todo va a salir perfecto al 100%. Concédete un margen que te hará respirar, porque es probable que algo no salga como lo teníais pensado -lo cual no quiere decir necesariamente que salga mal-.

Relajarse. La buena organización, la puntualidad, el disfrute de las cosas y la honestidad solo lleva a una cosa: a la relajación del trabajo bien hecho y a que no os agobiéis.

Disfrutar a tope del gran día. Desde el amanecer hasta el anochecer, tu lema debe ser: “Carpe diem” (aprovecha el día). Será irrepetible porque solo un día en tu vida vas a celebrar la unión con la persona a la que amas rodeado de los que más quieres. Respira hondo y ¡a disfrutar!