La firma catalana abre la pasarela de novias con una colección caracterizada por los contrastes y la riqueza de los pequeños detalles. Delicados vestidos inspirados en las grandes divas de los años 30 y 40 comparten escenario con faldas de gran volumen que recuerdan a las crinolinas de estilo victoriano. La modernidad imprime la nueva apuesta de Rosa Clará que, fiel a su línea sobria y arquitectónica, se enriquece con una innovación de tejidos que van desde los brocados de seda y encajes creados en telares antiguos hasta crepes o muselinas. Todo un espectáculo para los sentidos.