Amaya Arzuaga vuelve a jugar con las formas y las líneas en una colección donde las camisas se reestructuran, las cremalleras definen las siluetas y las capas se superponen. Pantalones palazzo combinados con crop tops, minivestidos con cortes y diseños midi para cerrar un desfile que se ha movido en un gama cromática de blanco, negro, turquesa y rojo.