Inna se sacó una fotografía en su casa vestida con un look muy básico de pitillos negros y camiseta blanca, para luego hacerse otra en cada probador y comprobar así las diferencias.
Sus conclusiones fueron que en algunos, su autoestima caía por los suelos, en otros sentía como si le hubiesen pasado por Photoshop. Zara, H&M, Promod, New Yorker, Mango, Bershka son algunos de los probadores por los que pasó Inna e hizo la comparativa. 
De su experimento, concluyó que el tamaño, los colores y sobre todo la luz es la clave para verse bien. La mejor, la iluminación principal muy suave distribuida verticalmente en ambos lados del espejo. Puedes ver todas las fotos de su experimento en su web.