95, 100, 85... Son las cifras que tenemos en mente cuando llegamos a la tienda de lencería a comprar un sujetador. Es la talla que hemos llevado 'toda la vida', y no hay quien nos saque de ahí, por mucho que hayamos fallado en repetidas ocasiones y nos hayamos llevado algún que otro disgusto.

Elegir talla de sujetador es más complicado de lo que parece; de hecho, diversos estudios desvelan que en torno a un 70% de mujeres españolas lleva una talla equivocada de sostén, ya sea en contorno o en copa.

Y es que estas son las dos medidas que se tienen que tener en cuenta a la hora de adquirir un sujetador; si te fijas bien, en la talla siempre aparece una cifra (de la 85 en adelante, que corresponde al contorno) acompañada por una letra (de la A a la D, que corresponde a la copa).

Para saber cuál es nuestro contorno, hemos de medirnos con una cinta métrica justo por debajo del pecho y, al resultado, sumarle 15 (dado que en España se utiliza el tallaje francés). Es decir, un contorno medido del 75 da como resultado un 90 en lo que respecta a la talla. Por lo tanto, el contorno no nos dice si el pecho es grande o pequeño, dado que también tiene en cuenta el tamaño del tórax.

Si queremos averiguar la copa, mediremos la zona más voluminosa del pecho desde los pezones hacia la espalda. Una vez obtenida las dos medidas, hemos de restar la cifra más grande (la segunda que hemos tomado) a la del contorno. Si obtienes entre 10 y 15, tu copa será una A; entre 15 y 18, una B; entre 18 y 21, una C; entre 21 y 24, una D y a partir de la 24, la D.

Todo esto lo puedes hacer tú o dejar que alguien experto en moda íntima te asesore, no solo en la talla sino en el diseño más apropiado. Con o sin aros, con o sin relleno, liso, con encajes, transparente, tipo bustier... son muchos los factores de un buen sujetador.