¿Debería acotarse más el concepto de ‘prêt-à-porter’ o hay que dejar margen a que los creativos se expresen como mejor sepan? ¿Cuándo un desfile deja de ser moda para convertirse en una performance conceptual? ¿A favor o en contra de utilizar la pasarela como catapulta de protesta política y social? Reflexionamos sobre todo ello con 10 ejemplos que reabren el debate sobre lo que es o no es moda.
Rick Owens
Ha sido uno de los últimos motivos por los que estas preguntas vuelven a hacer sombra al concepto de la moda. Su última colección dentro del calendario de prêt-à-porter ha vuelto a levantar ampollas entre los partidarios de que es una tomadura de pelo y los que piensan que es otra genialidad del polémico creativo. Lo cierto es que no es la primera vez (y probablemente, tampoco será la última) en la que el diseñador rompe los esquemas. Hace tan sólo unos meses, en el marco de las pasarelas de hombre de febrero, exponía a los modelos con diseños rasgados que dejaban ver los genitales. En esta ocasión, las modelos que caminaban sobre la pasarela cargaban con otras cogidas de forma inversa a hombros. ¿Moda o arte conceptual? El diseñador, que ha declarado que lo que más le inspira es la arquitectura, quizás debería replantear un marco mejor para mostrar su arte. Mientras tanto, París sigue acogiéndolo y la polémica sigue manteniendo vivas sus propuestas. Puedes ver su último desfile al completo aquí.
Junya Watanabe
Otro diseñador polémico que nos hace reflexionar sobre la delgada línea que separa la moda del arte conceptual es Junya Watanabe. El creador japonés, como buen discípulo de la diseñadora de Comme des Garçons, Rei Kawakubo, también es un experto en provocar a través de sus diseños. Eso sí, sin ampollas que hieran sensibilidades como las propuestas de Owens. Las creaciones de Watanabe bien valdrían un privilegiado lugar en ARCO. Batalla contra la moda, lo correcto y lo convencional a través de patrones imposibles regidos por los principios de la arquitectura.
Iris Van Herpen
Otra de las diseñadoras más polémicas que se ha ido relajando con el paso de las temporadas es Iris Van Herpen. Si bien en sus comienzos exponía diseños imposibles dignos de museo conceptual, sus últimas propuestas son mucho más aptas a la hora de presentarse en las muestras de prêt-à-porter. No hay que olvidar que a la diseñadora le gusta tomar inspiración de otros campos que difieren de los años 70, el look boho o el estilo deportivo. Ella va más allá y busca en la tecnología o la ciencia a la hora de crear impactantes estructuras como ésta, una de las piezas de su colección mostrada en Berlín en 2012.
Gareth Pugh
Los que lo conocen, hablan de él maravillas. Que es un hombre creativo, cargado de sensibilidad. Sin embargo, tras analizar sus últimas propuestas, la imagen que se vislumbra de su creador es de una personalidad llena de matices oscuros, a veces incluso perversos y con mucha historia que contar. Lo cierto es que Pugh es otro de esos expertos que más ampollas levantan en París. Sus desfiles, cargados de narrativa, apenas se entienden. Sólo aquellos que consideran la moda como un axioma del arte creen que sus propuestas son realmente maravillosas, llenas de poder e imaginación, con formas nunca vistas que tan sólo son capaces de crearse desde su prisma. Sea como sea, Gareth Pugh sigue desfilando en París en el marco de las colecciones de prêt-à-porter. Puedes ver su último desfile al completo aquí.
Ashish
Ashish suele ser recordado temporada tras temporada. Sus últimas colecciones, con mayor intensidad. Y es que su diseñador, Ashish Gupta, apodado como “el rey de las lentejuelas”, ha decicido reinventar el concepto del desfile en su versión más divertida y amena. Su última colección se expuso “sobre ruedas”. Formas diferentes de captar nuevos clientes que ponen en duda si el foco de la atención se centra en la escenografía o en las propuestas. (Algo de lo que tiene mucho que decir Karl Lagerfeld). Puedes ver su último desfile al completo aquí.
Moschino
Si de espectáculos hay que hablar, no puede obviarse al rey de reyes: Jeremy Scott. El diseñador al frente de Moschino levantó al front row de Milán en aplausos en su última colección (y en la anterior, y en la anterior…) gracias a una cuidada escena que convirtió la pasarela en todo un circo donde lo último que primaba era la moda. Cuestionado hasta los cimientos en un principio, parece que el mundo se ha relajado y ha comenzado a postrarse a los pies de este creativo para el que el estilo se presenta de muchas maneras diferentes. Eso sí, divertidas. Puedes ver su último desfile al completo aquí.
Vivienne Westwood
Es una de las veteranas en el mundo de la moda y tras muchos años de desfiles a sus espaldas, ha decidido comenzar a utilizarlos como una plataforma de protesta social. Su último desfile no estuvo exento de polémica después de que las modelos, acompañadas por ella misma, convirtieran el carrusel final en una manifestación contra el fracking. Partidarios y retractores tienen el debate servido. Puedes ver su último desfile al completo aquí.
Davidelfin
Aunque sus últimas propuestas nada tienen que ver con el comienzo, Davidelfin se estrenó en las pasarelas con una gran polémica alrededor. En 2002, el escándalo estaba servido tras presentar su colección con modelos que portaban sogas al cuello, crucifijos y la cabeza tapada con una capucha, al son de una banda sonora protagonizada por orgasmos femeninos. El mundo lo tildó de provocador, abogando que era un ataque contra la cultura en toda regla. Él se defendió explicando con sorpresa ante el revuelo que tan sólo se había inspirado en referencias culturales y filmográficas de toda índole. Desde las películas de Luis Buñuel a los cuadros de Magritte. Hasta el gobierno opinó al respecto en lo que David consideró un veto artístico y un atentado contra la libertad de expresión. La moda aquí, de nuevo, fue lo de menos.
Desigual
Mucho más relajado, alegre y original son las nuevas formas de presentar las creaciones en firmas como Desigual, que han hecho de un desfile convencional todo un acontecimiento 3.0. La tecnología se integra con la moda como un complemento más en una cuidada estrategia de marketing que al parecer, funciona.
Victoria Secret
Otro ejemplo de espectáculo que en este caso sí tiene a la moda en cuenta, es Victoria Secret. Uno de los eventos más esperados del año, cargado de detalles y matices que lo hacen memorable y que respetando la estructura de una pasarela convencional, ha hecho que sean desfiles hechos totalmente de otra pasta.
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