Un cuento de hadas
Casi sesenta años después de su celebración, sigue siendo la boda por excelencia, la primera que fue seguida masivamente, la que cerraba una historia de amor de cuento de hadas. Grace Kelly y el príncipe Rainiero se dieron el sí quiero el 19 de abril de 1956 en un enlace en el que el glamour y el estilo sentaron precedentes. Ficha estas diez curiosidades que quizás no sabías de esta boda; ¿por qué no inspirarte en ella para tu gran día?
Su Alteza Serenísima
Pasó en apenas unos minutos de ser la (oscarizada) actriz preferida de Alfred Hitchcock a ser Su Alteza Serenísima la Princesa Grace de Mónaco. Todo ello, en una mágica boda que congregó a más de 600 invitados en el Principado y que fue vista por televisión por más de 30 millones de personas. Estas son diez curiosidades de su boda.
1. Un flechazo
Era el año 1955. Grace Kelly había acudido a Mónaco a rodar unas escenas de 'Atrapa a un ladrón' y accedió a hacerse una foto promocional con el príncipe Rainiero. Después, él le invitó a dar un paseo por el zoo y dicen que entre felinos y aves surgió el flechazo. Nueve meses después, anunciaron su compromiso en Nueva York y celebraron una fiesta en el hotel Astoria, momento al que pertenece la imagen.
2. La petición de mano
Con sus 32 años, él era el mandamás de un principado de 2 km cuadrados y 20.000 habitantes y tenía 139 títulos nobiliarios. Ella, la actriz más conocida del momento, era una niña bien hija de un magnate de la construcción de Philadelphia. Y en diciembre de 1955, Rainiero acudió hasta la casa familiar, como señala la tradición, para la petición de mano.
3. Las joyas
Grace tuvo dos anillos de compromiso, ambos de Cartier. El primero (en la imagen) era de diamantes y rubíes. Era 'temporal' hasta que se hiciera el verdadero anillo, una espectacular pieza de platino con un diamante de 12 quilates y otros dos diamantes más pequeños, que costó 600.000 dólares de la época. Lo lució en su última película, 'High Society'.
4. La primera boda
El 18 de abril de 1956 se celebró la boda civil por el código napoleónico de Mónaco en el salón del trono de palacio, ante 80 invitados. Ella lució un vestido de tafetán en rosa pálido con encaje crema, guantes y bonete, y, tras la ceremonia, que se ofició en francés, hicieron una recepción para que todos los monegascos estrecharan la mano de la princesa. Unos días antes, ella había llegado por mar al principado a bordo de un yate regalo de Rainiero.
5. El vestido que hizo historia
Fue un regalo de la Metro Goldwyn Mayer y lo diseñó Helen Rose, costurera del estudio. Era un modelo de cuerpo ceñido, con cuello alto, realizado en encaje de puntilla rosa de Bruselas con 125 años de antigüedad, y falda globo en tafetán de seda. Costó 7.266,68 dólares. Como complementos, llevaba un bouquet de lirios, una tiara de flores de azahar con brillantes y perlas donde sostenía los 90 metros de velo en tul de seda y un pequeño libro nupcial.
6. El evento
El 19 de abril de 1956, casi 700 invitados acudieron al enlace en la catedral de San Nicolás; entre ellos, compañeros de profesión de la novia como Cary Grant, David Niven, Gloria Swanson o Ava Gardner. Grace llevó seis damas de honor (al fondo de la imagen), todas ellas vestidas con trajes amarillos de organza con pamelas. El altar se decoró con lilas, hortensias, lirios y dragonarias.
7. Los regalos
El Rolls Royce con el que pasearon entre la multitud tras el enlace fue uno de los regalos más valiosos que recibieron los novios. Los obsequios fueron expuestos en el palacio los días anteriores a la boda; entre los más curiosos, un hacha de mano de oro y hueso.
8. El traje de él
Siempre se habla del vestido de Grace Kelly, pero... ¿y el de Rainiero? Lució un uniforme militar de inspiración napoleónica diseñado por... él mismo.
9. La luna de miel
Su viaje de novios lo realizaron a bordo del 'Deo Juvante II', un regalo de Aristóteles Onasis. Pararon en Villefranche-sur-Mer, Córcega y España: en un hotel del cabo de Formentor (Mallorca) pasaron dos semanas. Fue el comienzo de una unión que duró 26 años.
10. Para la historia
Grace Kelly regaló su vestido al Philadelphia Museum of Art, del que ha sido durante años su pieza más conocida, aunque ahora mismo ya no está en exposición. El museo también conserva el traje de una dama de honor, de una de las pajes, el devocionario, la tiara y los zapatos de la princesa.
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