"El suelo pélvico es un conjunto de músculos y ligamentos cuya función es sostener los órganos pélvicos (vejiga, uretra, útero, vagina y recto, en el caso de las mujeres)", explica Nana Ferreira, sexcoach del madrileño espacio Dos Rombos (Luchana, 18), donde imparten charlas y talleres gratuitos sobre suelo pélvico y otros temas vinculados a la sexualidad. "Se encargan de algunas funciones de suma importancia: continencia, el sostén de los órganos pélvicos, amortiguar esfuerzos esfinterianos, función reproductiva y la función sexual", continúa.

Hay que entrenarlo

Como dice Nana Ferreira, en Asia, desde tiempos ancestrales, las mujeres trabajan su suelo pélvico desde niñas mediante el uso de bolas de jade u otros objetos. "Cuidar el suelo pélvico es una cuestión de salud, pero sin duda alguna ejercitar el músculo vaginal entre otras importantes funciones, favorece y mucho en la lubricación y la función sexual", apunta. Además, según esta sexóloga, "entrenar" esta parte de tu anatomía "contribuye a tener mejores orgasmos e incluso a alcanzar los orgasmos múltiples". ¿No te atreves o no sabes cómo usar unas bolas chinas? "En nuestra boutique erótica hacemos también visitas guiadas individuales, sin previa cita y absolutamente gratuitas, en las que explicamos el uso de las bolas chinas para el cuidado del suelo pélvico y los distintos ejercicios que deben realizarse, además de cualquier otro tipo de consejo de índole sexual", continúa la sexcoach.

Problemas del suelo pélvico

Como explica la experta, "con el paso de los años el suelo pélvico, como todos los músculos que no se ejercitan, tiende a caerse". "Y precisamente por eso las mujeres con sobrepeso, tras un embarazo, las deportistas o aquellas cuyos trabajos exijan cargar peso, tienen más riesgos de sufrir prolapsos (caída de la matriz u otros órganos pélvicos), pérdidas de orina, estreñimiento e incluso dolores lumbares con la llegada de la menopausia e incluso antes", dice. "De ahí la importancia de prevenir la caída del suelo pélvico ejercitándolo desde joven", recalca.

Suelo pélvico y el placer sexual

"Cuanto más conozcas tu cuerpo, mejores serán tus relaciones sexuales", subraya Ferreira. Como explica, en el caso del suelo pélvico, "aprender a controlar el músculo vaginal fortaleciéndolo se traduce en mejores orgasmos tanto para ti como para él, pues puedes incluso aprender a detener su eyaculación". "Y con el tiempo y la experiencia aprenderás a ser multiorgásmica", añade.

¿Cómo afecta tener un suelo pélvico debilitado a las relaciones? Según esta sexcoach, "la vagina, como cualquier otro músculo, al distenderse ocasiona que el placer, tanto para ti como para tu pareja, disminuya significativamente e incluso puedan llegar a ser dolorosas las relaciones sexuales si existe prolapso, una especie de hernia de los órganos pélvicos, u otras patologías como vaginitis, derivadas muchas de ellas de la caída del suelo pélvico". "Hay mujeres a las que incluso se les escapa el pis durante las relaciones y por vergüenza empiezan a negarse al sexo, llegando a perder la libido", cuenta. Pero, como explicaba la experta anteriormente, trabajar el suelo pélvico mediante el uso de bolas chinas y ejercicios de Kegel fortalece y "estrecha" la vagina y la protege de la caída de los demás órganos, lo que se traduce en relaciones sexuales más satisfactorias. "Cuántos antes empecemos, más rápido y eficazmente se hacen los ejercicios; la pena es que mucha de nosotras solo buscamos las soluciones cuando ya hay alguna patología y no de forma preventiva", subraya.

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Cómo entrenar la musculatura del suelo pélvico

"El uso continuado de bolas chinas durante media hora, tres o cuatro veces por semana mientras estás de pie y en movimiento suele ser suficiente para tener un suelo pélvico sano", dice Ferreira. "Si os fijáis –apunta-, las bolas chinas tienen dentro otra bolita, que se mueve a la vez que nos movemos nosotras con ellas puestas; pues bien, la vibración que produce el choque de esta bolita contra las paredes de la vagina provoca una contracción involuntaria y continua de los músculos que la rodean, simplemente para evitar que la bola se caiga". Es decir, "el ejercicio se hace de forma involuntaria, pero recordemos que es un músculo, y como los demás músculos, si además vamos aumentando el peso de las bolas progresivamente, estaremos entrenando tanto el tono como la fuerza muscular de nuestros músculos pélvicos", explica. Y si además se practican los denominados ejercicios Kegel, pilates, yoga o caminas con las bolas chinas puestas, los resultados serán mucho mejores", recalca.

Los consejos de la experta

Para Ferreira, es importante empezar de forma preventiva y, lo más importante, "ir regularmente al ginecólogo e instruirse muy bien antes de adquirir unas bolas chinas ya que el mercado ofrece muchas de varias formas, diámetros, peso y calidad y cada suelo pélvico es un mundo a ser descubierto y trabajado de manera personalizada".

"Aunque muchas personas relacionan las bolas chinas con un juguete erótico (y no es de extrañar, ya que se venden en las boutiques eróticas), en realidad son un objeto que contribuye a mejorar la salud femenina, pero, evidentemente, y ya que favorecen mejores orgasmos, nada impide que se conviertan también en un instrumento sexual lúdico", dice la sexcoach. "Entre la gran variedad de bolas chinas del mercado, las hay también vibradoras, por lo que pueden ser usadas también para masajear las zonas erógenas", añade.

Ejercicios Kegel con bolas chinas para chicas

Como explica la experta, los beneficios del uso de bolas chinas se consiguen simplemente llevándolas puestas durante una media hora diaria ("o menos para empezar, cada mujer debe medir sus tiempos") mientras caminas o llevas a cabo cualquier actividad "que no sea acostada o sentada, pues los músculos se contraen de forma involuntaria". "Pero si además lo hacemos de forma consciente, contrayendo y descontrayendo los músculos conjuntamente con la respiración y la postura adecuada, el suelo pélvico adquirirá mayor firmeza en menor tiempo y tendrás mayor consciencia y control de los músculos vaginales", dice Ferreira.

¿Cómo empezar? "Lo primero que debes hacer es relajar la musculatura para que las bolas entren con el mínimo de dificultad", dice la exerta. "Después, introduce tus bolas chinas, preferiblemente con lubricante, como si fuera un tampón, con el cordón fuera pero no tan profundas", continúa. "Ahora contrae el músculo puboccoxígeo (hazte a la idea de que estás cortando el pis) y elévalo a la vez. Mantén durante 2 segundos y relaja 4 segundos. Repite 20 veces o menos si te resulta mucho esfuerzo. Como todos los ejercicios, deben hacerse de forma progresiva", explica.

Cuando ya te sientas cómoda, la experta recomienda aumentar el número de segundos que mantienes la contracción hasta llegar a 7. Y para cada 7 segundos de contracción son 14 segundos de relajación, e incrementar también el número de repeticiones. "Recuerda que si vas cambiando el peso de tus bolas chinas los resultados serán mejores aún", dice. "Para realizar bien los ejercicios de Kegel, no tenses el abdomen, no aprietes las nalgas ni empujes hacia abajo mientras contraes", apunta.

Un último consejo de la experta: "la higienización de tus bolas chinas es de suma importancia, así que lávalas con agua y jabón o con un espray desinfectante antes y después de usarlas".