Tal vez sepas lo que dicen tus palabras pero no lo que expresan tus gestos, y éstos pueden ser la diferencia entre atraer a un hombre o alejarlo. Una experta nos da las claves para utilizar el lenguaje de nuestro cuerpo para seducir.
La comunicación más potente
"El lenguaje corporal supone el 80% de la comunicación”, dice Mónica Quesada, sexóloga, formadora y pedagoga de Los Placeres de Lola. “Podemos estar diciendo una cosa verbalmente pero si nuestro cuerpo no nos acompaña, la comunicación se hace muy artificial”, dice. “Si sabemos gestionar nuestro lenguaje corporal será mucho más fácil acercarnos a las personas que nos gustan y nos atraen, disfrutando del juego de la seducción”, explica. “En el taller que imparto (“Disfruta seduciendo”) lo que hacemos es aprender las claves que pueden facilitar la seducción a través de los gestos y movimientos corporales”, añade.
Lenguaje no verbal
Como explica Mónica Quesada, el lenguaje corporal forma parte del lenguaje no verbal, junto a nuestro tono de voz, entonación, respiración, etc. Y este conjunto supone el 80-90% de la comunicación, frente al lenguaje verbal que supone el 10% restante. Así pues, para seducir, la clave está en nuestro lenguaje no verbal. “
El quid de la cuestión
“La clave está en acompasar el lenguaje verbal con el corporal buscando el equilibrio”, dice la sexóloga. “Las emociones se exteriorizan a través de nuestros comportamientos y expresiones físicas, por lo que la seguridad en nosotras mismas y en lo que estamos diciendo es fundamental”, añade. Esta relación entre el lenguaje verbal y corporal nos puede, además, proporcionar mucha información acerca del interés de los demás en nosotros y de lo que nosotros transmitimos al sexo opuesto.
Las grandes seductoras
Marilyn, Ava Gardner, Brigitte Bardot, Rita Hayworth, Lauren Bacall… como dice la experta, “una manera de aprender a utilizar el lenguaje corporal puede ser fijarnos en las grandes seductores, observar qué hacen, cómo se mueven y su forma de hablar”. “La entonación, la velocidad del habla, la mirada y la respiración son muy importantes para seducir a la persona que nos atrae”. “Lánzate a jugar y a probar, probar y probar, unas veces se gana, y otras ¡se aprende!”, dice la sexóloga. “En el taller ‘Disfruta Seduciendo’ aprendemos de qué disponemos ya y qué podemos adquirir para potenciar nuestro lenguaje corporal, siempre desde la perspectiva del disfrute”, dice.
¿Te atreves?
Uno de los ejercicios que Mónica Quesada propone en sus talleres de seducción es representar una caricatura del seductor y, “si puedes grabarte mejor”, recomienda. “Es muy fácil, se trata de exagerar todos los gestos, posturas y voz”, dice. “Anda, baila, habla y ¡voilá!, ahí tienes todo tu repertorio de lenguaje no verbal seductor”, añade. “Bájale un poco la intensidad y ya tienes las habilidades, sólo te falta el salto a la práctica”.
Si alguien te gusta
En el lenguaje corporal de la seducción existen numerosos gestos propios de ambos sexos. El coqueteo femenino incluye miradas lánguidas, morderse los labios, mostrar las muñecas o acariciarse el cabello. Si utilizas estos gestos cualquier hombre recibirá el mensaje, consciente o inconscientemente. La cabeza alta, los hombros relajados, la postura erguida, las piernas cruzadas apuntando a él y una sonrisa harán que seas el centro de su atención. Si alguien te gusta, lo primero es establecer contacto visual. Y si lo acompañas de un guiño de ojos o una sonrisa, conseguirás que se derrita.
Evita estos gestos
Igual que hay gestos corporales que dejan claro que estás interesada en alguien, hay otros que incluso sin ser consciente de estar enviando ese mensaje, dicen todo lo contrario. Por ejemplo, cruzar los brazos, un gesto corporal que indicará que estás cerrada y nada interesada. Si estás en esta posición sin darte cuenta, tocarte un hombre puede cambiar el significado. Y si estás hablando con alguien que te interesa, mírale a los ojos pero desvía de vez en cuando tu atención para que no te sienta demasiado ansiosa.
La mirada en ellos
Los hombres son mucho más visuales que las mujeres. Si notas que un hombre te mira de forma persistente o con miradas más largas de lo habitual, a los ojos y a tu cuerpo, es que está interesado en ti. Tocarse el pelo, sonreírte, mostrar una actitud de apertura en su cuerpo, siempre dirigido a ti, te confirmarán su interés. Si se coloca de lado o espaldas a ti y ves que mira a otras mujeres, olvídale. Si estando con él juguetea nerviosamente con su móvil y no para de mirarlo, da por terminada la cita, su atención no está puesta en ti. Si por el contrario no aparta la mirada de ti, se afloja la corbata, se desabrocha un poco la camisa y se pone cómodo, está no sólo interesado sino cómodo a tu lado. Y si te toca la mano, la espalda o la cintura de forma sutil, empieza a poner en marcha todas tus armas de seducción.
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