Meghan Markle y el Príncipe Harry por fin están comprometidos (es oficial y, para tu información, su anillo es más que maravilloso), y son al 100 por 100 la pareja real más enrollada y con la que más nos identificamos. Mientras que la pareja se ha mantenido fiel a muchas tradiciones (dejando que Kensington Palace anuncio su compromiso... haciendo una sesión de fotos formal), su relación también ha roto el protocolo real muchas veces. Como cuando...
Habló sobre su relación con el Príncipe Harry en una revista importante
En un acto, *completamente* sin precedentes para la realeza, Meghan se convirtió en la portada de Vanity Fair y habló largo y tendido sobre su relación con Harry, antes de que se comprometieran. "Puedo decir que, al final, es realmente sencillo", dijo. "Somos dos personas realmente felices y enamorados. Estuvimos saliendo en secreto durante unos seis meses antes de que se convirtiera en noticia. Y estuve trabajando durante todo ese tiempo, y lo único que cambió fue la percepción de la gente. Nada en mí cambió. Sigo siendo la misma persona que era, y nunca me he definido por mis relaciones."
No es un territorio *completamente* desconocido para la realeza aceptar la portada de una revista (Kate Middleton lo fue de British Vogue), pero hablar abiertamente sobre su vida privada con Harry antes de estar comprometidos y de una manera tan oficial, fue todo un shock.
Ella y Harry, literalmente, no puden dejar de cogerse de la mano
Como sabemos por William y Kate, no está permitido cogerse de la mano cuando eres un 'royal':
Pero el Príncipe Harry y Meghan Markle rompieron esta regla no escrita durante su aparición en los Invictus Games de Toronto, donde fueron vistos cogiéndose de la mano/siendo su media langosta, en palabras de Phoebe. La razón por la que los 'royals' no pueden cogerse de la mano en público es porque (según la etiqueta real Myka Meier) "trabajan representando a la Monarquía Británica."
Ha estado casada
Antes de salir con Harry, Meghan mantenía una relación con el productor Trevor Engelson. Se divorciaron en agosto de 2013, y ahora él está haciendo un espectáculo sobre un hombre que tiene que compartir la custodia de su hijo, después de que su ex se case con un personaje de la Realeza Británica. ¿EN SERIO? Según Deadline, esta es la parte de la historia que da escalofríos: "El divorcio es algo duro. Compartir la custodia lo es aún más. Compartir la custodia con la Familia Real Británica cuando tu mujer se casa con un príncipe, bajo el foco de los tabloides londinenses, es otro nivel."
Casarse con alguien divorciado no es ningún problema para la monarquía británica, pero es, definitivamente, inusual; no hay que olvidar que la Princesa Margaret, que tuvo que romper su relación con Peter Townsend porque estaba divorciado, y Eduardo VIII tuvo que abdicar para casarse con Wallis Simpson.
No pertenece a la Iglesia de Inglaterra
Obviamente, la realeza británica son tolerantes con todas las religiones, pero ser miembro de la Iglesia Anglicana es, definitivamente,la norma. Según People, "para permanecer en la línea de sucesión, los miembros de la familia real no pueden ser católicos." Esto no afectará a Meghan gracias a que las leyes cambiaron en 2013 y ahora permiten a las personas en la línea de sucesión casarse con quien quieran, independientemente de su religión. Aún así, hay que señalar que Meghan fue a un colegio católico.
Lleva un anillo de diamantes
Si bien los diamantes no son inusuales cuando se trata de anillos de compromiso, los miembros de la realeza prefieren las gemas. El anillo de la Princesa Diana (y ahora de Kate Middleton) está formado por un zafiro, al igual que el anillo de compromiso de la Reina Madre y de la Princesa Anne. Mientras, Sarah Ferguson recibió un anillo de rubíes, al igual que la Princesa Margaret.
Es actriz y está muy en el centro del ojo público
Por si no lo habías notado, Meghan no es de la realeza. Es una actriz en el centro del ojo mediático, muy conocida por 'Suits'. Ella tampoco es miembro de una familia británica de renombre, como Kate Middleton. Básicamente, es una mujer completamente normal, en este sentido, más que cualquier otra cosa, está rompiendo el molde real.
