Como cada año, la familia real británcia ha asistido a la tradicional misa de Navidad en la Iglesia de Santa Magdalena, en la propiedad de la reina en Sandringham. Pero este año la novedad estaba centrada en Meghan Markle, no solo porque se trataba de su primer acto junto a los Windsor desde que se anunció su compromiso, sino porque ha roto una tradición histórica en la familia.
Hasta ahora, ninguna de las parejas de los miembros de la realeza podía acudir a actos oficiales hasta que se hubiera celebrado la boda. Meghan ha sido la primera en hacerlo antes de pasar por el altar y darle el 'sí quiero' a Harry. Y su estreno ha sido de sobresaliente.
La ex actriz eligió para la ocasión un abrigo camel tipo batín de la firma Sentaler que cuesta 1.113 euros. Lo combinó con accesorios en color marrón entre los que destacan el bolso Pixie de Chloé (1.190 euros) y su impecable sombrero. Está claro que Meghan tiene mucho que ofrecernos en cuestión de estilo.
Al acto tampoco faltaron los duques de Cambridge. Kate Middleton se decantó por un abrigo de tartán de la firma Miu Miu valorado en 2,197.50 dólares. El color protagonista de sus accesorios fue el negro y también nos llamó la atención su sombrero negro de estilo ruso.
Aunque se produjo un duelo de estilo, el buen rollo que había entre las dos cuñadas era más que evidente.
