Ya nos había conquistado, no le habíamos puesto ni una pega, pero ahora todavía nos gusta más el look que Meghan Markle eligió en su primer oficial acto junto a la familia Windsor.
Para asistir a la tradicional misa de Navidad en la Iglesia de Santa Magdalena, en la propiedad de la reina en Sandringham, ya sabíamos que la prometida del príncipe Harry había apostado por un abrigo camel tipo batín de la firma Sentaler (1.113 euros), un bolso Pixie de Chloé (1.190 euros) botas altas y un impecable sombrero.
Pero nos faltaba algo, el vestido que se podía intuir debajo del abrigo. Se trata de un diseño de terciopelo en color vino por debajo de la rodilla, de escote en pico, con volantes en las mangas y lazo en la cintura de la firma canadiense Club Monaco que cuesta 298 dólares.
Desde que se anunció su compromiso, empezamos a ver que Meghan tiene mucho que decirnos en cuestión de estilo. Este último detalle no hace más que confirmarlo.
