Taylor Swift es la típica “niña buena” –aún de platino–. Por desmadrados que sean sus últimos looks, la natural de Pensilvania nunca será el epítome de la rebeldía. A lo sumo, del nazismo; y es que la intérprete de Bad Blood, rubísima y de ojos azules, para un buen puñado de (nuevos) fans simboliza “la Diosa Aria, salida de la poesía clásica griega”. Una Atenea renacida que “está esperando el momento en el que Donald Trump gane las elecciones” para llevar la supremacía blanca hasta dónde hiciera falta. Así de radicales son los Swifties neo-nazis, el tropel de ultraderecha que, creado por Andre Anglin, miembro de los Alt right –grupo vinculado a Donald Trump que apoya el ultranacionalismo, el antisemitismo y la homofobia– reivindica a Swift como “líder de su comunidad”. Según Anglin, uno de los creadores del blog The Daily Stormer (imagínense la línea editorial), la estadounidense “se comprometerá con el hijo de Trump y será coronada imagen del país”.
“Taylor Swift”, escribe Anglin, “es una nazi camuflada que está esperando el momento en el que Donald Trump gane las elecciones para anunciar sus ideales arios al mundo”. La chaladura nació en Pinterest, red social en la que un usuario, quizá miembro de la facción, publicó imágenes de Swift maqueadas con citas célebres de Adolf Hitler. Parecía algo paródico pero qué va. Incluso The New York Magazine ha entrado en la confabulación. En la imagen (ya antigua) más consagrada por el grupo aparece la cantante con un joven que lleva a modo de disfraz una esvástica en su camiseta.
Aunque absurdo, el asunto ha dado lugar a cientos de memes, todos ellos recogidos en la página de Facebook Taylor Swift for Fascist Europe, que ya suma más de 19.000 seguidores. “La Barbie elitista nazi” todavía no se ha pronunciado al respecto.
