Llevamos 3 años en los que el vestido de la presentadora Cristina Pedroche parece haberse convertido en una cuestión de Estado el día de Nochevieja. Las supuestas excesivas trasparencias del primer año produjeron un boom de opiniones y críticas a los que la cadena de televisión y ella misma parece que quisieron amplificar al año siguiente: menos tela, más ruido.
La evolución:
Unos dicen que es una revindicacion feminista el que ella no tuviera en cuenta tanta crítica, otros que es machista el que importe tanto qué lleva puesto una mujer, y tan poco su compañero de escena. Unos dicen que el vestido diseñado por Pronovias con la colaboración de su amigo y estilista Josie era un horror, otros que era divertido.
Y en general, resultan un poco excesivas tanto las alabanzas y enhorabuenas sólo por vestirse, como las críticas e insultos por elegir un vestido. Eso sí, parece que se ha instaurado una nueva tradición que hace que en las familias todo el mundo comente la última noche del año el vestido que llevaba "La Pedroche".