Las consecuencias del divorcio Jolie-Pitt han acarreado muchas consecuencias, incluso físicas. Hace unos meses se hacía pública la enfermedad de Brad, prosopagnosia, una incapacidad para reconocer los rostros humanos (la persona que padece esta patología no puede identificar la cara de sus seres queridos o personas que conoce perfectamente).

Y su ex mujer reconoce que debido al estrés y a la presión tras el divorcio ha desarrollado Parálisis de Bell, una enfermedad que provoca que los músculos de la cara se paralicen y debiliten.

Esto proporciona un efecto de descolgamiento que enrarece los rasgos, sobre todo a la hora de sonreír y cerrar uno de los ojos (con un lagrimeo constante para combatir la sequedad corneal y la boca se tuerce hacia un lado).

El nervio que controla uno de los lados de la cara se inflama dando lugar a todos esos síntomas pero lo positivo es que es una enfermedad curable en casi todos los casos (se tarda entre tres y seis meses en recuperarse del todo), sólo es crónica en un diez por ciento de pacientes.

El tratamiento más común es la medicina combinada con masajes faciales, pero Angelina ha optado por recurrir a la acupuntura para paliarla. Según la actriz, el proceso va en progreso y pronto estará curada.