Ahora es el turno de palabra de Salma Hayek, la actriz ha hablado de los abusos de Harvey Weinstein.
Por desgracia, es otra más de las actrices que se han pronunciado al respecto y han contado sus horribles testimonios en las garras del productor. Angelina Jolie y Gwineth Paltrow dieron testimonio de lo ocurrido con el cineasta.
Ryan Gosling, un ejemplo, no se quedó callado ante el abuso de tantas mujeres por parte de Weinstein y quiso hacerlo público con este texto.
"Quiero dar mi voz de apoyo a las mujeres que han tenido el coraje de hablar en contra de Harvey Weinstein. Como la mayoría de la gente en Hollywood, he trabajado con él y estoy profundamente decepcionado conmigo mismo por ser tan ajeno a estas devastadoras experiencias de acoso sexual y abuso. Él es todo un emblema en un sistema problemático. Los hombres deben estar con las mujeres y trabajar juntos hasta que haya verdadera responsabilidad y cambio".
Como también lo hizo Penélope Cruz en sus redes sociales, aunque reconoció no haber conocido esa faceta oscura del que por entonces fue su mentor.
"Hasta ahora había optado por guardar silencio. Tuve que aceptar que mi historia, pese a lo importante que era para mí, no era más que una gota en un océano de tristeza y confusión".
Así empieza el relato de Salma, contando cómo tuvo que enfrentarse a Weinstein y a sus constantes propuestas de encuentros sexuales. De hecho, la actriz hace una lista real de todo lo que tuvo que rechazar.
- "No a abrirle la puerta a cualquier hora de la noche, hotel tras hotel, localización tras localización,donde aparecía de forma inesperada, incluyendo un lugar donde estaba haciendo una película en la que ni siquiera estaba involucrado"
- "No a ducharme con él. No a que me pudiera ver mientras me duchaba.
- "No a que me diera un masaje".
- "No a que dejara que un amigo suyo desnudo me diera un masaje".
- "No a que me practicara sexo oral".
- "No a que me desnudara delante de otra mujer".
- "No, no, no, no...".
Ya son 83 mujeres las que han denunciado a Harvey Weinstein por acoso sexual, 83 voces que hablan en voz alta y cuentan la cara fea del poder en el cine. Esto no puede permitirse en ningún sector.
