Que paren el mundo ahora mismo. Se supone que cualquiera de nosotras podemos ligar con Brad Pitt. Sí, tú también. No pasa nada si no eres una súper estrella como Gwyneth Paltrow, Jennifer Aniston o Angelina Jolie. Brad te puede pedir tu número en una cafetería un día cualquiera.
Esa es la conclusión a la que hemos llegado después de leer este artículo de Page Six. En el texto, un supuesto espía narra un encuentro que Brad tuvo con una mujer llamada Lydia (también supuestamente) en la cafetería de Los Angeles Coffee Commissary.
Poneros en situación: Brad llegó a lomos de su moto vestido con unos vaqueros, chaqueta de cuero y gafas de sol. ¡OH DIOS MÍO!
Vale seguimos. Brad entabló conversación con una mujer rubia en la cola que curiosamente se parecía mucho a Kate Hudson aunque no era ella, según el espía. ¡Que casualidad! Justo se parece a una de las mujeres con las que han relacionado al actor recientemente.
Pero ahora llega lo mejor. Cuando la mujer se presentó como Lydia, Brad le dio la mano y le dijo: "Hola, soy William". Un momento... ¿William??? (El espía no lo ha confirmado pero creemos que a la tal Lydia se le quedó más o menos esta cara).
Lógicamente Lydia no pudo pasar por alto el hecho de que se parecía mucho a Brad Pitt, a lo que el actor contestó: "Bueno, ese es mi segundo nombre".
Según el artículo, esta disparatada historia terminó de la siguiente manera. Lydia contestó al ex de Angelia Jolie con un coqueto "encantada Brad, quiero decir William", a lo que Brad respondió con una risita, se montó en su moto y se fue. Así sin más.
Tras analizar esta historia, necesitamos respuesta para una serie de preguntas:
-¿Brad Pitt vive en una dimensión paralela en la puede ligar con desconocidas sin provocar una oleada de infartos masivos?
-¿William? ¿De verdad? No había dado cuenta de que eres BRAD PITT.
-¿Por qué se fue después de reconocer que era Brad Pitt? ¿Le dio corte?
-¿El espía era real?
-¿Lydia era real?
-¿Fue el espía el que llamó a Page Six? ¿O fue la propia Lydia?
-¿Cómo toma el café Brad Pitt?
-Yo no bebo café, ¿tendré alguna oportunidad de ligar con él aunque no sea en una cafetería? Prometo llamarte Brad, digo William.
