Hay veces en las que nadar contracorriente no es la mejor de las opciones para dar un impulso de popularidad a tu carrera. Por lo menos, eso es lo que le ha pasado a Blanca Blanco, la actriz californiana que decidió hacer caso omiso a sus compañeras de profesión en cuanto al dress code y acudió a la gala de los Golden Globes vestida de rojo.
Un vestido con escotazo y apertura lateral XL fue el diseño elegido por la actriz, hasta ahora desconocida por el gran público, para acudir a esta 75 edición. Un diseño al que no tardaron en lloverle las críticas en las redes. Viendo el resultado, Blanco no tardó en responder que a ella le encanta el rojo y que no vestir de negro no quería decir que no apoyase la iniciativa Times Up.
Sin embargo, esta explicación parece que no ha terminado de convencer y Blanca Blanco puede que haya logrado su objetivo, que hoy la prensa hable de ella (aunque sea mal) cuando de otro modo habría pasado desapercibida. Aunque, todo sea dicho, también hay quien (los menos) ha aplaudido su elección.
Junto a ella, otras tres mujeres dejaron a un lado el #WHYWEWEARBLACK y acudieron a la cita con vestidos cargados de brillo y color. La más discreta fue Maggie Smith, que eligió un color berenjena. La modelo Barbara Meier posó con un particular vestido transparente con bordados de pedrería y cola de gasa con plumas. Por último, en esta lista de color figura Meher Tatna, la presidenta de la Asociación de prensa internacional de Hollywood, que acudió con un traje rojo bordado.
