Hace un par de días (aunque realmente esto pasa cada día) el cuerpo de Cristina Pedroche fue juzgado como de costumbre. Ahora el apodo ya no es 'la ballena de Vallecas', ahora parece ser que a algunos perfiles de Instagram les enfada que la presentadora luzca una figura más espigada causa del deporte y de la vida sana (véanse sus stories diarios con los manjares que se come obra de su marido y grandioso chef, 'Dabiz' Muñoz, ¡qué tuviese esa suerte!). Si algo promueve ella, es el estilo de vida saludable y no hábitos destructivos.

Ahora el acoso traducido en comentarios ofensivos hacia Pedroche se verbalizaban en frases del tipo: "te pareces a mis clips de la oficina", "sólo huesos", "dile a David que te prepare un cocido", "no tienes curvas ni formas", "qué pena con lo bien que estabas", "anoréxica"...

Pero en un día nuevo hoy le toca a Laura Escanes, la modelo subía una foto ayer de su luna de miel. En ella se mostraba de pie y desnuda donde dejaba ver toda la parte trasera de su cuerpo.

Tardó poco en recibir comentarios abusivos por parte de la comunidad de Instagram, también otros buenos, pero los negativos ganaron por goleada.

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Lo grave de todo esto es que mujeres insultan a otra mujer por su apariencia física. Aunque nosotros siquiera somos capaces de entender el revuelo de la foto, la comidilla es la supuesta celulitis de los muslos y el trasero de Laura.

En una época donde más unidas supuestamente estamos, donde más necesitamos arroparnos las unas a las otras porque luchamos para llegar a una igualdad justa: el tema es si tiene o no una mujer celulitis en el cuerpo.

Instagram, como todas las redes sociales, es un espacio libre donde seguir o no seguir a alguien es totalmente voluntario y gratuito. Pero ante todo, respeto.

¿Evolución? Así no.