Jennifer Lawrence no para de demostrarnos que no está dispuesta a sacrificar su vida en favor de los dictados de la fama. Si hace poco afirmaba que no pensaba someterse a la obsesión por la delgadez que prima en Hollywood, ahora ha confesado que cambió su vestido de los Globos de Oro 2016 por comodidad.

"Ese era mi plan B. El plan A era un vestido que no podía llevar porque la temporada de premios estaba sincronizada con mi ciclo menstrual, y ha sido así durante años", ha declarado la actriz en una entrevista en la edición norteamericana de Harper's Bazaar.

La protagonista de 'Los juegos del hambre' optó por el elegante vestido rojo de Dior con aberturas laterales que le vimos durante la alfombra roja porque "era suelto por delante. No tuve que preocuparme de apretujar nada dentro de él. El otro vestido era muy ajustado, y no iba a apretujar mi útero. No tengo por qué hacer eso".